Escritores Club forma parte del portal de literatura Escritores Libres y pretende convertirse en una propuesta cultural innovadora, capaz de ofrecer al lector la oportunidad única de conocer sus autores favoritos y dialogar con ellos directamente, sin intermediarios. Hemos reunido los mejores escritores independientes del panorama literario actual, dispuestos a ofrecernos su talento y sus valoraciones, no sólo sobre sus obras, sino sobre la literatura en general y el mundo que la rodea.

Esperamos que encontréis aquí respuestas a algunas de vuestras inquietudes y también un momento de esparcimiento, acompañados de la mejor literatura.

miércoles, 28 de abril de 2010

Delicadeza

Caen, una a una, las hojas, como gotas de lluvia de los ojos de los afligidos. Sutiles, como las caricias de una mano que apenas roza, que sólo perfuma.
Y las siento en mí, dentro; delicadas, terciopelo.
Quiero perderme en los sonidos, y danzar, como la lluvia lo hace, sobre las hojas. Pero tan sólo puedo, tan sólo quiero, si estás ahí, entre los pétalos de las flores, como el regalo de una vida, intensa; como el sonido de una nana, adormeciendo suave.

lunes, 26 de abril de 2010

ENTRE LAGOS Y VOLCANES. Diez más una historias por Nicaragua

Hoy quería recomendaros un excelente libro publicado con el objetivo de colaborar con la alfabetización de la Costa Atlántica Nicaragüense, que lleva el título:  “ENTRE LAGOS Y VOLCANES. Diez más una historias por Nicaragua”.

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Autor: Javier Diez Carmona. (Bilbao 1.969)

Publicación: Abril 2.010.

Editorial: Bubok

Os dejo con el propio autor que nos comenta su obra a continuación:

“Hace años que AEPCFA, una pequeña Asociación Pedagógica Nicaragüense, viene desarrollando en la costa caribe de aquel país un proceso de alfabetización de adultos, tanto en castellano como en las lenguas originarias de sus habitantes, mayoritariamente miskitos, garífunas y de otras etnias.

Se trata de un proceso eminentemente popular, donde jóvenes alumnos de secundaria, preparados y monitoreados por los técnicos de la Asociación, acuden de casa en casa convenciendo a la gente analfabeta de la necesidad de aprender a leer y escribir, les agrupan en círculos de estudio (CEPs) y, con ayuda de un programa pedagógico desarrollado en Cuba, les enseñan la magia de las letras. Todo voluntario. Todo sin contraprestación material alguna.

Pero es una labor no exenta de costes. El transporte en esa zona del país es carísimo. Hay que alimentar y mantener a los técnicos, a los maestros populares. Hay que comprar pizarras, cuadernos, lápices..., gastos que vienen sufragándose, mal que bien, gracias a una red de apoyo a la alfabetización de Nicaragua compuesta por personas físicas, instituciones educativas y otras sin ánimo de lucro.

El libro que os presento se compone de diez relatos cortos (cinco de ellos premiados en diferentes certámenes) y una novela breve, todos bajo el común denominador de Nicaragua. Historias sobre cooperación, sobre huracanes, hambre y pobreza, sobre la vida cotidiana de Managua o las comunidades rurales. Historias de esperanza. Historias nacidas de un país que inspira como pocos, historias nacidas para ese país”.

Todo el beneficio obtenido de su venta irá dedicado a la alfabetización de la Costa Atlántica nicaragüense. Cada persona que lo compre, además de pasar un buen rato y empaparse de aquellas realidades y sentimientos, colaborará con cinco euros en la consecución de este objetivo.

El libro está disponible, al precio de 17.-€, en internet, a través de Bubok en:

http://www.bubok.es/libros/172436/ENTRE-LAGOS-Y-VOLCANES/

Más información sobre el autor, y acceso a links sobre la alfabetización de Nicaragua:

http://www.laventanainventada.blogspot.com

viernes, 16 de abril de 2010

DOSCIENTOS AÑOS......¿DE QUE?

México se independizó de España el 16 de septiembre de 1810. Por este motivo, el gobierno federal nos bombardea desde hace unos meses con promociónales en todos los medios de comunicación exhortándonos a sentirnos orgullosos de cumplir 200 años de ser mexicanos.
Tenemos muchos motivos pare sentirnos orgullosos, nuestro país es hermoso solo por su caleidoscópica geografía que encierra dentro de las fronteras desde aridísimos desiertos hasta selvas tropicales, nevadas montañas y paradisíacas playas, la extensa biodiversidad que nos ha representado en el mundo con el sabor del chocolate y brillante presencia navideña de la mexicanísima flor de noche buena (poinseta). Nuestros canes nacionales como el temerario Chihuahua y el inconfundible xotlescuncle. El jaguar y la variedad de serpientes endémicas.
También son mundialmente famosas las culturas prehispánicas como la Azteca, Olmeca, Zapoteca y la recientemente nombrada como una de las nuevas 7 maravillas. En todo el mundo se conoce la música de mariachi. Sin hablar de los destinos turísticos como Acapulco, Cancún, en fin. Ni que decir de la gastronomía nacional y sobre todo de la calidez del pueblo mexicano.
De lo que no podemos estar orgullosos y hasta nos hace sentir vergüenza es de la situación social, política y económica que sufrimos los “orgullosos” mexicanos. El clasismo cada día mas marcado, hay desde millones de niños viviendo en el desamparo total en las calles hasta magnates habitando residencias forradas de mármoles importados. Personajes de la política, el sector privado y la sociedad con guardia de seguridad suficiente para proteger un país entero, hasta las famosas “muertas de ciudad Juárez”; Magnates que desechan las sobras de sus banquetes hasta indigentes que tienen 3 días sin probar bocado; marginación, racismo demagogia, impunidad, inseguridad, miedo, nepotismo y podría seguir con esta lista por varias cuartillas.
Somos mexicanos y claro que estamos orgullosos de serlo. Pero no somos tontos y no pueden ocultarnos nuestra realidad debajo de la frase:
“2010 año del bicentenario: 200 años de ser orgullosamente mexicanos”.
Orgullosos estaríamos si viviéramos en un país justo, libre, seguro y gobernado por gente con verdadera vocación de servicio.
Queremos gritar “VIVA MÉXICO” y sentir de verdad que festejamos el aniversario de un gran país. Amamos nuestra tierra y sabemos que tiene le potencial para ser un lugar esplendoroso y lleno de oportunidades, nos hace falta cambiar muchas cosas. No podemos sentir orgullo de ser mexicanos viviendo como vivimos y menos estando concientes de la imagen que proyectamos al mundo.
Hay que enderezar muchas torceduras antes de poder sentirnos orgullosos de ser mexicanos

sábado, 10 de abril de 2010

CALABAZAS de Miguel Alvarez Torinos

 

calabaza

Mario contaba veinte años de edad. La chica a la que idolatraba, veintiuno. Mario, que era moreno, tenía un aspecto desaliñado: era feo, muy alto y muy delgado, tenía el pelo corto y despeinado y solía vestir con ropa desgastada. Mientras que la apariencia de Gisela era inmejorable: era muy guapa, no estaba delgada ni gruesa, era de estatura más normal y de piel tostada gracias a las horas que se pasaba tomando el sol en la azotea del edificio donde residía.
Mario era excéntrico, y en el barrio algunos le llamaban El tío Camuñas.
El barrio estaba apartado de la ciudad, más allá de la autopista. Se llegaba a él atravesando un puente que había sobre la vía rápida. El puente tenía dos carriles para los vehículos –uno para los que iban y otro para los que venían- y una acera para los peatones. El barrio era muy pequeño. Lo formaban tres bloques de pisos, un colegio y un parque.
Los bloques eran muy altos, de ladrillos rojizos, teniendo cada uno de ellos trece plantas y una azotea en la que algunos vecinos tendían la ropa. Mario vivía, mirando desde el puente, en el bloque de la izquierda y Gisela en el del medio.
El colegio era pequeño. A él sólo acudían los niños hasta primaria. Cuando se hacían mayores, debían ir a clase en un instituto del barrio más cercano o del que quisieran. El colegio era cuadrado y tenía dos plantas. También tenía un patio gris con dos porterías y dos canastas.
El parque era grande, y estaba entre los tres bloques y el colegio. Tenía una zona de césped, otra de tierra y una de juegos infantiles, con toboganes y columpios, entre otros. En todo el parque había muchos árboles.
Mario siempre intentaba ligar con Gisela. Esto venía ocurriendo ya desde niños, en el colegio, pero ella nunca le había hecho caso. Últimamente, cada vez que Mario le hablaba cuando se la encontraba por la calle, ella giraba la cabeza indignada y miraba para otro lado. Su indignación venía por la manía que tenía él de espiarla de azotea a azotea cuando ella tomaba el sol en la de su edificio. Mario pasaba muchos ratos en la del suyo porque allí tenía un huerto. En éste había de todo: tomates, lechugas, alcachofas, ajos, patatas…, todo en macetas muy grandes y con tierra negra. Abajo, en su piso, en el que vivía con su padre, tenía, además, ocho gallinas negras enjauladas y una cabra que había robado a unos gitanos. El padre, avergonzado, se pasaba el día fuera de casa y del barrio, y sólo regresaba por la noche a dormir.
Por las noches, antes de cenar, Mario sacaba las gallinas y la cabra al parque atadas con cordeles. Las gentes que habían sacado sus perros a orinar y defecar tenían que volver a sus hogares ante la bravura de los canes con los alados domésticos.
Una noche coincidió esta escena con el paso de Gisela por allí, muy arreglada y seguramente con destino a una agradable velada en bares y copas del centro de la ciudad. Y habló con Mario, cosa que no había hecho desde hacía mucho tiempo. Le dijo que le parecía patético todo lo que realizaba. Él, ni corto ni perezoso, como si no se diera cuenta de nada, le preguntó si quería ser su novia. Evidentemente, Gisela le dio calabazas.
En un primer momento, Mario no supo qué hacer con ellas, porque ni le gustaba comerlas –por eso no las cultivaba en su huerto- ni celebraba Halloween. Luego pensó que de momento se las guardaba en casa.
A la noche siguiente, otra vez antes de la cena, de nuevo Mario con las gallinas y la cabra y los vecinos yéndose para sus hogares con sus perros. Y otra vez apareció por allí Gisela, de nuevo camino de una velada agradable. Ella cogió y le preguntó por qué narices sacaba todos los días las gallinas y la cabra al parque. Él le contestó que lo hacía para que a la cabra le diera el aire y para que las gallinas picotearan los lugares en los que habían orinado los canes. Al hacer esto, aseguraba, sus gallinas pondrían, con el paso del tiempo, huevos de oro, al ser la orina de color amarillo, como ese metal.
Aprovechó, una vez más, para proponerle noviazgo. Ella le volvió a dar calabazas. Mario ya tenía unas cuantas más.
A la mañana siguiente se cruzaron en la calle. Él volvió a intentarlo.
- No le pidas peras al olmo –le dijo Gisela.
Mario marchó corriendo para la azotea -dejando antes en casa las nuevas calabazas- y cogió una maceta grande en la que tenía plantado un olmo –que aún era muy pequeñito, como una planta cualquiera- y la tiró a la calle, desde allí mismo, con tan mala suerte que fue a parar a la cabeza de Gisela. Por fortuna y sorprendentemente no le ocurrió nada, tan sólo le salió un chichón grande. Se cagó en Mario. Éste se quitó la mierda con unas sábanas blancas que había tendidas en la azotea y la usó luego como abono en el huerto.
Pasadas unas fechas, se encontraba Gisela tomando el sol en la azotea de su bloque y escuchó fuertes golpes que provenían de la de al lado. Era Mario, peleándose con una bolsa de tierra negra que había comprado para el huerto. Intentaba sacar la tierra a palazos, dándolos por un extremo, el cerrado, esperando que saliera por el otro, el que había abierto. Gisela le sugirió, a voces, que probara a abrir más la bolsa. Mario hizo caso y la tierra cayó sin problemas. Antes de que le pidiera, otra vez, noviazgo, Gisela le tiró unas cuantas calabazas, que volaron por el aire de azotea a azotea, y le gritó:
- ¡Más vale maña que fuerza! –y se tumbó a continuar tomando el sol.
Mario bajó al piso y en él preparó un pequeño equipaje. Dejó abundante comida y agua para la cabra y las gallinas. Salió a la calle, cruzó el puente sobre la autopista y se dirigió a la estación de autobuses, para desde allí poner rumbo a Aragón, en busca de la maña. Con ella suponía iba a llevar una existencia mejor.
En ventanilla pidió un billete para el primer autocar que saliera con destino a Calatayud, que había sido el primer lugar que le había venido a la mente pensando en las tierras aragonesas.
El señor de la ventanilla era un viejo vestido todo de verde, con su pantalón, su camisa y su chaqueta. Le dijo:
- Si vas a Calatayud, pregunta por la Manuela, que es nieta de la Dolores y es más puta que su abuela.
El viejo, tras contar el chiste, sonrió dejando ver, desde el otro lado del cristal, el único diente que tenía.
En Calatayud Mario preguntó por tascas, restaurantes y plazas por la Manuela. Nadie acertó a decirle dónde vivía. Fueron muchos quienes, riendo, le recomendaron un prostíbulo céntrico.
A él acudió y en él sació sus instintos más salvajes por primera vez en su vida. Fue con una ramera de baja estatura, pelo corto y teñido de rubio, tetas gordas y labios pintados de rojo. Tan bien lo hizo ella, que Mario pensó que era la maña que necesitaba. Consiguió convencerla para que se fuera a vivir con él y su padre, aunque éste apenas parase por casa. Allí estaría como una reina, sin tener que prostituirse para nadie, sólo para él.
Pasaron los días, estando Mario con su ramera por el barrio y sobre todo en la azotea, hasta que una mañana las gallinas pusieron, por fin, huevos de oro. Comenzó a reunir grandes cantidades de dinero, aunque sin saber qué hacer con esa riqueza.
A las pocas fechas se encontró a Gisela en la calle.
- Ya veo que te va muy bien.
- Sí, encontré una maña –dijo él, convencido.
Gisela le propuso una cita para esa misma tarde.
Llegó la hora y ella llamó al interfono de Mario. Éste bajó enseguida, y le dijo que ahora estaba con la maña y que le iba a resultar difícil dejarla. Gisela le dijo que no, que le iba ser muy fácil.
- Yo soy más guapa, eso lo sabes.
- Espera aquí un momento –dijo Mario-. Subo y bajo en un santiamén.
Al poco regresó con un carretillo cargado de calabazas, algunas de ellas podridas.
- Toma, te las devuelvo.

 

Autor: Miguel Alvarez Torinos

http://miguelmig.bubok.com/

Os recomendamos su obra Los Años del Fútbol y la Vida disponible en:

http://www.bubok.com/libros/6941/LOS-ANOS-DEL-FUTBOL-Y-LA-VIDA

lunes, 5 de abril de 2010

Cuando despierte de este sueño

Espero me dejen saber sus impresiones!!!

Cuando las flores germinen ante el alba de tu pecho
plantaré mi corazón como tallo firme al sendero,
y allí en tierra fertil nos cubriran los enormes cielos
y allí serán de agua y claveles tus besos.

Cuando abones mis ilusiones y avives mis deseos
cruzaré río de pasión junto a la verdeda de tu cuerpo
mojaré mi alma y sin importarme ya el tiempo
allí jugaré a hacer el amor, ya sin miedos.

Cuando me guies entre estrellas a recorrer el universo
tomaré en mi mano soles, cometas y tus sueños,
conquistaré mil galaxias, de mundos eternos
y allí entre lunas y recuerdos, pediré tres deseos.

Que cuando despierte yo de este hermoso sueño,
me acompañe a mi costado el valor que pretendo,

Que ese valor dictamine desde hoy mi sendero
para que el viento me ayude a murmurar a tus oídos,

Que te he soñado mil veces, qué logre decirte yo,
AMOR DIVINO, decirte cuanto te quiero.

Publicado por Francisco Cartagena Méndez
El Jimagua / Derechos Reservados

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