Cada momento en nuestras vidas es exacto el que debe ser. Tendremos los de alegría, los de pesar, los importantes e intrascendentes. Pero todos serán. No podremos detenerlos ni apurar su transitar. Nos esperan momentos allá, que no conocemos, pero vendrán. Están los que nunca llegarán. Y está bien que así sea. Serán momentos de otros, como están los que nos pertenecen y otras personas en el camino perderán. Es lo que nos enseña también el tiempo: a compartir lo que hay. Sin epítetos, sin revisar cualidades ni virtudes. Simplemente, dejándonos vivir y asimilar.
Hay quienes llegan a esta vida y en apenas unos momentos ya se van. Otros, quizás nosotros, acumulamos momentos en cantidad. Pero ¿quién nos asegura que la experiencia acumulada, de algo nos servirá? ¿Qué nos diferencia de los demás? ¿Qué es la vida, acaso la antonimia de la no-vida? ¿O todo es igual? Quizás nosotros percibamos todo dividido debido al creado concepto de la dualidad. Quizás cada uno de nuestros momentos esté dentro nuestro dispuesto a violentar su intimidad. Quizás éste, mi momento trascendental, me permita descubrirlo y exponerlo en su misteriosa temporalidad. Quizás... ya pasados todos nuestros momentos lo efímero se desvanezca sobre lo eterno y el péndulo del tiempo quede para siempre detenido por no estar.
Rudy Spillman
LIBRO ABIERTO
Hay quienes llegan a esta vida y en apenas unos momentos ya se van. Otros, quizás nosotros, acumulamos momentos en cantidad. Pero ¿quién nos asegura que la experiencia acumulada, de algo nos servirá? ¿Qué nos diferencia de los demás? ¿Qué es la vida, acaso la antonimia de la no-vida? ¿O todo es igual? Quizás nosotros percibamos todo dividido debido al creado concepto de la dualidad. Quizás cada uno de nuestros momentos esté dentro nuestro dispuesto a violentar su intimidad. Quizás éste, mi momento trascendental, me permita descubrirlo y exponerlo en su misteriosa temporalidad. Quizás... ya pasados todos nuestros momentos lo efímero se desvanezca sobre lo eterno y el péndulo del tiempo quede para siempre detenido por no estar.
Rudy Spillman
LIBRO ABIERTO
No hay comentarios:
Publicar un comentario