Soy escritor desde hace un par de años, pero ante todo soy un hombre de ciencias. Hay una clase de literatura que casi podríamos identificarla con la literatura en sí, por su enorme éxito y que a mí no me termina de convencer.
Me refiero a esa literatura entendida como una herramienta para hacer disfrutar a los demás, para calmar angustias vitales, para satisfacer la necesidad de evasión de una realidad insatisfactoria, fea, injusta, cruel, insolidaria.
Mmmm..., no me estoy expresando bien.
Me gusta la novela de ciencia ficción y eso también es literatura de evasión especialmente pensada para hacer disfrutar a la gente.
Intentaré explicarme mejor.
La literatura a la que me refiero es a esa literatura color rosa chillón. ¿Existe el rosa chillón?
Me refiero a esa literatura excesivamente poética que rezuma puro almíbar.
No tampoco es eso, que torpe soy.
Me encantó Platero y yo, porque creo que Juan Ramón Jiménez, pero es que se nota que lo que dice le sale de dentro. Eso no es almíbar, eso es sinceridad y pasión, se nota que es una forma de vivir muy especial y muy auténtica. Me encantó.
Creo que demasiados escritores saturados de lectura intentan imitar esas sensaciones para vender una imagen de sí mismos que les acerque a esos incomparables maestros. A mí eso no me sale. Para los que vivimos en una gran ciudad resulta difícil identificarse con ciertas cosas. Encuentro que la verdad es generalmente fea y el recurso fácil para hacer sentir bien a la gente es disfrazarla de otra cosa y envolverla con bonitas palabras. No me va, y mucho de lo que leo que viene espolvoreado con azúcar no consigo creérmelo.
Quizás en la ficción es perfectamente lícito recurrir a realidades agradables. Se puede meter uno en situación sabiendo que eso es pura fantasía, pero en los ensayos, que intentan capturar trozos de la realidad, lo que valoro por encima de todo es un rigor que parece caído en desgracia. Percibo excesiva infravaloración de la verdad no solo en la literatura sino en general en todo el mundo.
Todo es del color con que se mira, y a mí me encanta el color transparente. Creo que en literatura es el color más inusual de todos.
Puede que alguna de las cosas que acabo de decir se salve por no ser un completo disparate nacido de la torpe pluma de un científico, por formación y vocación, metido en camisas de once varas, pero es mi forma de ver el mundo de la literatura en el cual no me considero un experto.
Escritores Club forma parte del portal de literatura Escritores Libres y pretende convertirse en una propuesta cultural innovadora, capaz de ofrecer al lector la oportunidad única de conocer sus autores favoritos y dialogar con ellos directamente, sin intermediarios. Hemos reunido los mejores escritores independientes del panorama literario actual, dispuestos a ofrecernos su talento y sus valoraciones, no sólo sobre sus obras, sino sobre la literatura en general y el mundo que la rodea.
Esperamos que encontréis aquí respuestas a algunas de vuestras inquietudes y también un momento de esparcimiento, acompañados de la mejor literatura.
martes, 30 de junio de 2009
Una opinión sincera sobre la literatura insincera.
jueves, 25 de junio de 2009
Deleite
Cuando todas las golondrinas hayan vuelto comenzaré a pensar que hay bellos sueños. Cuando lluevan pompas de jabón, de mil tonos, miraré al cielo y estaré en lo cierto. Mira. Mira hacia arriba. Ahí está la verdad.
Cuando el silencio me hable, creeré. Seré entonces. Y del desierto traeré un jardín de flores, de tímidas palabras, para que las hilvanes con tu mirada. El color será, en ese momento, todos los colores.
Quiero respirar el aire que de ti emana como el hálito supremo de la vida.
Creo. Pero sólo creo en ti. Fuera no hay nada. Despeja las dudas. Danza. Mueve tu cuerpo al compás de la música. Baila. Eleva tu alma. Ven hacia mí con la mirada que abraza. Envuelta de seda y aromas de espliego. Ven. En la brillantez de la noche, bajo un firmamento nuevo, seremos la vida. Y al despuntar el alba jugaremos a ser lo que somos, unos niños pequeños. Nos daremos la mano. Sonreiremos. Sabré entonces que estoy dentro, muy dentro, de tus sentimientos. Tú serás en mí. Me mirarás lento y me dirás con suavidad, soy en ti, estoy aquí. Me quedo.
La primavera, rodeada de lirios, habrá vuelto. El final será, otra vez, el comienzo. Un bello, perfecto y eterno comienzo.
Diego Jurado Lara
El club de las malas madres de Lucía Etxebarria-Goyo Bustos
Hace tiempo atrás, un lector de uno de mis blogs me recomendó "el club de las malas madres", también hace bastante tiempo atrás, mi jefa me regaló este libro durante una visita a la feria del libro de Valencia. Recién hoy y porque decidí dedicar tiempo para mi misma y me he ido sola a la playa a pasar el día, empecé a leerlo y lo recomiendo a madres, padres, profesores, tíos, público en general
El club de las malas madres de Lucía Etxebarria, Goyo Bustos:
Si estás con los nervios de punta porque no te da tiempo a hacer todo lo que deberías: tu trabajo, la compra, la colada, los biberones, la visita al pediatra, los deberes de los niños, el traje de la función escolar. Si no te da tiempo ni a limarte las uñas, no hablemos –¡ja!– de ir al gimnasio. Si a veces te desesperas y sospechas que alguien te ha estafado, que no te habían contado que el camino de la maternidad podía llegar a ser tan abrupto y tan plagado de obstáculos… Estupendo. Bienvenida al club de las malas madres: no somos las mejores pero somos mayoría. Este club, por cierto, admite también como socios a padres, profesores, tíos, abuelos y todo aquel que se sienta involucrado en la aventura de crecer con los niños. Éste no es un libro de parenting, ni de autoayuda; no viene avalado por pediatra, psicólogo o especialista infantil alguno; no está escrito por entendidos ni expertos en la materia. Es el testimonio novelado de una madre, la escritora Lucía Etxebarria y de un profesor Goyo Bustos. Habla de cosas de las que normalmente no hablan otros libros: de la imposibilidad de conciliar carrera y maternidad, de la desigualdad en el reparto de roles y de las dudas serias que acometen a las madres que se ven a sí mismas como «malas madres» frente al ideal de madre abnegada, entregada, eficiente y siempre feliz que se nos vende desde los medios, la publicidad o el cuché. Es el libro que toda madre debería leer, y que convendría que leyeran, ya de paso, sus parejas, sus familiares y sus amigos.Desde su propia experiencia como madre, Lucía Etxebarria nos da consejos sobre educación y cuidado de los niños. Cuenta además como coautor con un profesor, Goyo Bustos. Hasta ahora este tipo de libros siempre han sido escritos por pediatras y psicólogos. El enfoque es completamente novedoso.
miércoles, 17 de junio de 2009
Tú...
martes, 16 de junio de 2009
Una ventana a la vida
Entonces pareciera que en algún momento descubrimos que si las desgracias en el afuera no cesarán al menos debemos lograr que cesen las de nuestro interior, pues de esa manera es imposible continuar viviendo toda la vida.
En el momento que cada uno de nosotros lo deseemos de verdad, en medio de tanta oscuridad podremos producir el milagro de ver aparecer una ventana que se nos abre a una infinita sucesión de posibilidades representadas por el intenso brillo de un haz luminoso que sabrá traer a nuestras vidas la paz y el amor que deseamos, la felicidad que merecemos. La ventana será nuestra mente, la luz nuestros pensamientos. Así, la oscuridad y negrura que rodea nuestras vidas de pronto se hará tan clara que nos dará la sensación de estar viviendo dentro de un Sol propio que nos cobija y nos proteje ofreciéndonos su calor sin quemarnos. A partir de entonces descubriremos que nuestra ventana pende del aire permaneciendo siempre abierta y cerrada a la misma vez. En ese preciso momento advertiremos la inmensa fogosidad del tiempo. Lo efímera e inquieta que es cada fracción de segundo. Que tanto lo que nos place como lo que aborrecemos habrá quedado en el pasado apenas con un chasquido de nuestros dedos.
De pronto, cuando nos decidamos a crear esta realidad para nosotros, como por arte de magia podremos observar el milagro de que en nuestro entorno, en el exterior, las cosas también cambian. La oscuridad se desvanece, todo se aclara. Lo que fallaba empieza a salir bien. Todo comienza a ir sobre ruedas. Se ha producido el milagro. Pero sólo cuando advirtamos que no se trata de un milagro sino de algo que siempre ha estado allí a nuestra disposición y lo único que teníamos que hacer era tomarlo, recién entonces nuestra ventana quedará abierta por siempre sin posibilidad de volverse a cerrar y nuestra oscuridad... quedará reducida a la del descanso cotidiano, aquella que aparece detrás de nuestros párpados cuando hemos decidido visitar nuestros sueños.
Dedicado a todos los amigos que sufren,
de un amigo que sufrió.
Rudy Spillman
LIBRO ABIERTO
lunes, 15 de junio de 2009
Crecer
Cualquier animal es capaz de envejecer. Crecer es un privilegio del ser humano. Pero sólo unos pocos aprovechan tal prerrogativa. Crecer es profundizar en el principio de la vida; no es acercarse a la muerte, sino alejarse de ella. Cuanto más profundices en la vida, mejor entenderás el sentido de la inmortalidad que llevas dentro. Si creces continuamente, llegará un momento en el que te des cuenta de que la muerte es como cambiarte de ropa, de casa, de nombre, de forma...no muere nada, nada puede morir cuando un árbol va profundizando las raíces; en la vida, crecer significa, profundizar en ti mismo, ahí es donde están tus raíces.
Todo el mundo envejece. Has empezado a envejecer desde el día que naciste; cada momento, cada día. Pero muy pocas personas han tenido la suerte de crecer. El resto de la humanidad sólo ha estado envejeciendo, y naturalmente todas se aproximan a la muerte. Tan sólo en la línea vertical no existe la muerte; es el camino de la inmortalidad, hacia la divinidad. Y naturalmente cuando envejeces en esa dimensión tendrás gracia y belleza, compasión y amor.
Se dice que a medida que iba envejeciendo, Buda se iba poniendo más hermoso. Cuando el crecimiento es real empiezas a notar que los deseos desaparecen poco a poco, desaparece la sexualidad, las ambiciones, el deseo de poder, la envidia...desaparece tu esclavitud en todos los aspectos, religioso, político, ideologismos. Te conviertes en tu verdadero ser. Es descubrir a Dios en tu interior.
Autor: Osho
Dedicado a Rudy Spillman por su magnífico post "carta abierta a la muerte"
sábado, 6 de junio de 2009
Carta abierta a la muerte
Rudy Spillman
LIBRO ABIERTO
martes, 2 de junio de 2009
Piernas de bailarina
Contemplábamos el reflejo sucio de la luna en el río que nos separaba del paraíso. Al otro lado estaba la ciudad de los hombres de bien. A esta orilla nosotros y nuestros sueños, aún intactos.Cada noche me prometías la luna y yo te creía, olvidaba que nuestro satélite es gris y oscuro, que su luz es prestada. Yo era como la luna, vivía de la luz que tú derrochabas sobre mí.Caminábamos entre los cascotes de nuestra ciudad rota, me acompañabas a la fábrica para darme un beso antes de entrar. Nunca entendía lo que habías visto en mí, ni nadie en el barrio. Tú eras el más guapo y yo un patito feo con gafas y aparato en los dientes. Te convertiré en un cisne para mí y yo te creía, porque siempre pensé que eras un mago y que a tu lado todo era posible. Luego a paso a recogerte en el Mercedes, era tu frase de despedida favorita, aunque los dos sabíamos que con un sueldo de camarero no te alcanzaba ni para la estrella de tres puntas.
Todo cambió cuando la conociste. Era muy popular en el barrio pero yo tenía la esperanza de que nunca coquetearías con Ella. Tú no, me querías demasiado. No fui consciente de su fuerza, de su poder. Quise creerte cada vez que me prometiste que la abandonarías, pero poco a poco fui perdiendo mi fe en ti.
Un día viniste a recogerme con el Mercedes y supe que era el fin, que nunca la dejarías, te había dado lo que más deseabas, lo que yo nunca te podría ofrecer. Me alejé de ti, tropezando con mis piernas rotas de bailarina, largas e inútiles.
Una tarde, muchos años después, vi el luto en las ropas de tu madre. Se acercó con su cuerpecillo de insecto, negro y enjuto. No hizo falta que me dijera nada, sus ojos hablaban de ti. Lloramos abrazadas y la maldije a Ella, la Reina del barrio, que seguía colándose por las venas de sus súbditos, lenta y cruel.
Felisa Moreno Ortega
http://felisamorenoortega.blogspot.com/
El agobiante mundo Internet
Matrix me tiene aburrida y si no me equivoco, también tiene agobiado a muchos cybernavegantes asiduos no profesionales a Internet, también a bloggeros a tiempo parcial y al público en general.
Es tanta la información que circula que te marea, te pierdes, hasta a veces navegas sin brújula y por supuesto sin estrellas en el firmamento internáutico. Estamos agobiados con tanta cosa que hacer al conectarnos.
Tenemos aburrida a la peña con tanto grupo social al que pertenecer, tipos de blogs que visitar o loggear, con pps invasivos en los correos electrónicos (la mayoría con música muy fea), con vídeos que ver en you tube, etc, etc. Además de cadenas que reenviar para cambiar nuestro destino, forma de ver la vida, de comprenderla o simplemente calmar nuestra conciencia colectiva. Porque no hay quien comprenda que virus más horrible somos los seres humanos...con una indiscutible capacidad de contaminarlo todo hasta aniquilarlo.
Tengo muchas ganas de abrazos, de piel, miradas, palabras con sonido y acento.
Flor
Lágrimas secas
Desde lo alto oiré el lamento, el grito, implorando, y sólo podré llorar lágrimas secas como lluvia de nubes de algodón adusto, con sus formas enajenadas, deshilachadas, yertas.
El tiempo será eterno y el camino largo, y yo sólo podré darte mi amargo llanto.
Abajo, lejos de mí, una lápida de blanco mármol, fría, dirá, tan sólo: aquí yazgo. Pero si levantas la mirada podrás verme, allí, derramando mis lágrimas secas para ti, para calmar tu grito, para implorar, para decirte, sólo, lo lamento tanto.