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lunes, 12 de enero de 2009

¿Porqué salen ahora del armario los ateos?




El biólogo Richard Dawkins ha tenido un gran éxito con su campaña publicitaria a favor del ateísmo
"Dios probablemente no existe, deje de preocuparse y disfrute de su vida".

http://www.elmundo.es/elmundo/2008/10/23/ciencia/1224754600.html

Muchos creyentes no conciben que alguien pueda hacer algo así porque el peso de la propaganda ideológica siempre estuvo de su parte y esto sin duda alguna es un cambio. Un cambio que les lleva a preguntarse que es lo que ha cambiado para que los ateos salgan ahora del armario. Convencidos de su fe no entienden que se les falte al respeto públicamente olvidando que no solo sus ideas son respetables. Cada uno puede defender publica y libremente sus ideas siempre que no lo haga atentando contra los derechos legales de los demás. Se preguntan si acaso alguien puede pensar que lo que ellos crean o dejen de creer puede perjudicar a alguien más que a ellos mismos.

Las creencias nunca han sido inofensivas y no se puede olvidar la enorme violencia que han acompañado a lo largo de la historia a los fenómenos religiosos. Los creyentes se sorprenden por la actual beligerancia atea y no comprenden en que pueden ellos hacer daño a los demás simplemente defendiendo sus ideas. La clave está en la palabra defensa, porque las ideas son peligrosas en la medida que son defendidas por determinados medios, y podemos pensar que esa defensa agresiva de la religión es cosa del pasado, pero por desgracia no es así.

El representante del Vaticano ante la ONU, Monseñor Celestino Migliore, confirmó la oposición de la cúspide de la Iglesia Católica a la propuesta de despenalización de la homosexualidad presentada por la Unión Europea.
Para muchos, incluidos Redes Cristianas,

http://www.redescristianas.net/2008/12/04/contra-el-veto-del-vaticano-a-la-despenalizacion-mundial-de-la-homosexualidadredes-cristianas/

se está aceptando como válida la persecución, la tortura y el asesinato de las personas homosexuales en el mundo.

La institución papal algunas veces había servido para modernizar posturas anticuadas de la iglesia, pero esta vez, este papa, optó por la resistencia a la sociedad laica frente a una política moderna que está empezando a conceder nuevas libertades sobre aspectos relativos a la vida, la muerte, y el sexo. Estamos aprendiendo a considerar que las personas que no hacen daño a los demás, y que no perjudican a la sociedad, tienen los mismos derechos que los demás aunque su forma de vida no se corresponda con las formas de vida asumidas por la mayoría. También la ciencia está empezando a pronunciarse sobre algunos aspectos cada vez más trascendentes atreviéndose a restar protagonismo a las supuestas revelaciones divinas que caen irremisiblemente y a la luz de la ciencia, en la categoría historias fantásticas, o de alegorías sin sentido. A este papa le gusta el uniforme ideológico y el pensamiento único e infalible de su santísima persona. Este papa interpreta como pureza religiosa la vuelta a posturas ya muy superadas, que por lo que se ve no solo asquean a los laicos.

Las cosas buenas que muchos cristianos hacen en nombre de su fe, no tienen nada que ver con la religión sino solo con su generosidad, y no necesitan de una sola mentira, revestida de misteriosa fe, para ser llevadas a cabo. La gente que solo hace el bien para obtener el premio celestial debería ser considerada egoísta. El que hace el bien porque siente que debe hacerlo y nada más, me parece mucho mejor persona más que nada por honesta.

Me refiero a que siempre ha sido más fácil abrazar una mentira confortable arropada con el consenso social que defender una verdad ingrata y dura sin ese soporte institucional que se le concede a las diferentes religiones en ciertos países. Pero ¿por qué los gobiernos conceden todo tipo de privilegios excepcionales a las instituciones religiosas? La respuesta es sencilla, la religión ofrece confor, sobre todo confor en la desgracia, y un pueblo conforme con su desgracia es lo mejor que le puede tocar a un gobierno.

Yo he afirmado que una de las peores sectas de la actualidad, es la católica, y comprendo que el calificativo de secta ofenda a algunas personas, pero no lo digo con el ánimo de ofender a la sexta parte de la población mundial. Lo digo porque la iglesia católica está soportada por un estado Vaticano donde la democracia brilla por su ausencia y brillan muchas cosas más. Brillan unos tesoros incalculables mal empleados.

Los ateos salen del armario porque la beligerancia de este pontífice Benedicto XVI en la defensa de ideas retrógradas, no nos deja indiferentes. Otros no verán daño alguno, pero es tremendo el daño que se hace a las personas que no encajan en el patrón impuesto. El poder de esta iglesia ha disminuido algo, pero continua siendo enorme, yo diría desmedido.

Bajo el titular "Benedicto XVI, contra los cambios de sexo", y con el subtítulo de "El Papa pide a la sociedad "respetar el orden de la creación" se publicó lo siguiente en La Vanguardia.

http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20081222/53604344427/benedicto-xvi-contra-los-cambios-de-sexo.html

No solo queda impregnado el poder legislativo sino el propio poder judicial. El juez Calamita, inhabilitado por dos años por retrasar una adopción por una lesbiana, El Tribunal Superior de Justicia de Murcia aprecia el agravante de desprecio a la orientación sexual de la adoptante.

http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=573356&idseccio_PK=1021

Algunos creyentes viendo peligrar su hegemonía, su poder social, y sus privilegios reaccionan con violencia y egoísmo. Se convierten en soldados de un Dios, que pese a su omnipotencia, necesita de la bajeza cobarde de esos seguidores fanáticos para tenerse en pie, aunque sea atacando a una cría pequeña cuyo padre consiguió que retiraran unos crucifijos de la escuela. ¿Qué culpa tiene la cría?

http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=27724

Es de sentido común. Ninguna religión o creencia puede ser favorecida desde el estado con el dinero de todos. Un budista, musulmán, o ateo, no tienen porque subvencionar con sus impuestos a un sistema educativo público o subvencionado que pone crucifijos cristianos en las escuelas. No con su dinero. Vivimos una época en la que un papa rodeado de toda clase de lujos y riquezas mal empleadas se permite de acusar a la ciencia de materialismo. Ahora vemos en los autobuses campañas ateas. ¿Acaso no es lógico pensar que estas son reacciones ante lo que, para una parte de la población, son abusos de poder?

6 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Impresionante artículo, Antonio, no sólo por el contenido, que suscribo casi en su totalidad, sino por la calidad de la exposición.

Sólo añadiría una matizacion personal y es que yo distinguiría entre "Religiones" y "Sentimiento Religioso". Las religiones no son más que la manera de instiucionalizar, organizar y controlar un sentimiento propio del ser humano; "el Sentimiento Religioso", que no es otra cosa que nuestra necesidad de trascendencia.

Considero que cada ser humano debe buscar su respuesta particular a este sentimiento y que, en ese camino, puede estar aconsejado, pero nunca dirigido por quienes se erigen a si mismos en portavoces de la verdad, porque la auténtica verdad se encuentra en nuestro interior.

¡Buff... qué profundo me he puesto!

Un saludo,
Juan Carlos

Antonio Castro dijo...

Tal como yo lo veo, la distinción entre religión y sentimiento religioso creo que es mucho más importante en el cristiano católico apostólico romano, que por ejemplo en el budismo donde ni siquiera se contempla la existencia de seres sobrenaturales, y la religión en realidad se convierte en una guía para el desarrollo de ese sentimiento religioso de forma muy personal. Tampoco existe tanto afán por el control de los fieles ni por el adoctrinamiento, ni tanto afán de poder.

Eduardo Martos Gómez dijo...

Buenas:

Como agnóstico y no bautizado, pero ávido lector de textos religiosos, quiero dar mi opinión sobre el compendio de ideas que expresas aquí, Antonio.

Ante todo, las dos campañas que se han desatado me parecen igualmente absurdas. No creo que la creencia personal de un ser humano se deba reducir a un eslogan publicitario. Dicho esto, cada cual es libre, siempre que salga de su bolsillo, de anunciar lo que le plazca, siempre que no sea ilegal ni dañino. Proclamar que Dios no existe, aparte de una arrogancia, no debería ser dañino.

En primer lugar, voy a matizar eso de que el Vaticano está a favor de que se persiga a los homosexuales con esta noticia:

El Vaticano aclara que "es contrario a las leyes que consideran la homosexualidad un crimen"

Con esto queda invalidada esa acusación, que me parece gravísima y demasiado parcial. La Iglesia Católica no tortura ni ejecuta a homosexuales, cosa que sí hace el islam. Sí, esa religión que fomenta el odio al infiel y no ha sufrido ninguna renovación pacífica como el cristianismo, no sólo autoriza sino que prescribe el castigo a los homosexuales. Completemos la información: "El Código Penal Islámico, basado en la Sharia, autoriza el castigo a los homosexuales bajo penas de azotes, colgamientos, apedreamientos, despedazamiento en dos del individuo o su ejecución desde un edificio o acantilado." Espero de tu parte, Antonio, una crítica más cruda, o al menos similar, hacia esta realidad indiscutible.

Quiero aclarar que no soy un defensor ni del Vaticano ni de la religiosidad. Pero me parece alarmante que se ataque sin piedad a una religión que está en nuestras raíces culturales (nos guste o no), mientras se agacha la cabeza ante otra que si bien no en absoluto, pero sí en gran medida, pretende erradicar nuestra civilización.

En cuanto al egoísmo, también es egoísta quien dice beneficiar a los demás porque se siente bien. Obtiene algo por ayudar, que es su satisfacción personal, su orgullo tácito. Un verdadero altruísta, de forma ideal, es quien ayuda a los demás sin sentirse bien por ello, incluso quien se ve perjudicado por esos actos de generosidad.

Un inciso teológico, ¿a qué te refieres con "mentira confortable"? Insisto en que soy agnóstico, y precisamente por eso considero que nadie está en posesión de la verdad absoluta. Si hablas de la fe, de Dios o de los dogmas religiosos (salvando las alegorías siempre tan burdamente interpretadas, como el Génesis), ¿cómo puedes demostrar que son mentira?

En cuanto a lo de estar conforme con la desgracia me surge una duda. El socialismo, que es tremendamente perjudicial para el ser humano, no es precisamente favorable a la religión. ¿Es para que nos sintamos mal con la desgracia que provoca? Por ejemplo, ¿Zapatero quiere que no estemos alienados por la religión y seamos conscientes del destrozo al que está sometiendo al país, como ya hiciera Felipe González?

El calificativo de secta no debería ofender, básicamente porque es una falacia. El catolicismo es una religión, al igual que el islam, el judaísmo o el hunduismo. Pero sin duda, lo más divertido es lo de que la democracia brilla por su ausencia. ¿Qué me dices de los estados islámicos? ¿En ellos sí brilla la democracia, o más bien la tiranía, la miseria y la tortura? En Irán te encarcelan por escribir, cosa que no sucede en el Vaticano. Además, de los aproximadamente 900 ciudadanos de esa ciudad-estado, presumo que la gran mayoría son clérigos; a diferencia de Irán, no están sometidos a una dictadura y son libres de abandonar el país cuando les parezca oportuno.

También me gustaría saber qué daño se nos hace a las personas que no encajamos en el patrón impuesto. Yo me meto en ese saco porque siempre voy a contracorriente (fíjate: agnóstico, liberal, escéptico del cambio climático, etc.).

El caso del juez Calamita no sé a qué viene aquí, pero actuó con base legal. Sois las personas como tú, que no ven más allá de la sexualidad de la lesbiana, quienes realmente ejercéis la homofobia. Veamos, ¿acaso no se producen retrasos en casos con padres heterosexuales? Seguro que sí, pero ni son noticia ni el juez es un ogro porque, para gente como tú, "todo es normal". Para mí, la sexualidad es irrelevante; y quitando esto de la ecuación, queda un caso más perdido en el pan nuestro de cada día de la justicia española. Pero en todo caso, más grave me parece la actitud del juez Garzón, que desatiende sus obligaciones dejando en la calle a verdaderos criminales, peligrosos para toda la sociedad.

¿Su hegemonía, su poder social, sus privilegios? ¿Con quién te codeas, Antonio? Yo conozco a muchos creyentes que son más pobres que las ratas. También conozco a muchos no creyentes muy bien situados. Hay de todo en todas partes, de ahí que todo esto me extrañe sobremanera.

Ahora bien, la frase "un Dios, que pese a su omnipotencia, necesita de la bajeza cobarde de esos seguidores fanáticos" es de nota. Primero porque has insultado a más no poder, a pesar de que más arriba dices no tener intención de ofender. Y segundo por esa paupérrima idea de Dios, que hubiera causado hilaridad en el mismísmo Celso. Hombre, Antonio, a ver si vas a ser ateo por falta de lectura. ¿Te refieres a Yahvéh? Él no es más que un demiurgo, un dios intermediario entre Dios y los hombres. El concepto de Dios, que no es despreciable, está vedado a los humanos. Es una cuestión meramente filosófica, y si lo prefieres, matemática. Supongamos que Dios no existe, que simplemente es un ejercicio matemático que vamos a realizar. Hemos decidido que uno de sus atributos es la infinitud, y otro de ellos, la eternidad. Podemos utilizar ese concepto para muchas aplicaciones prácticas, pero no podemos concebirlo porque nuestra mente es finita y temporal. Exista o no, el concepto de Dios no es asequible para la mente humana. Así que hablar en esos términos me parece, sin ánimo de ofender, algo pueril.

Lo de los crucifijos es otra polémica bastante compleja. Pero si crees que deben desaparecer los crucifijos, supongo que también estarás en contra de que las niñas y las mujeres musulmanas lleven velo a las escuelas y a los lugares de trabajo laicos. Es lo ecuánime, digo yo.

Hombre, con lo de los impuestos me has tocado la fibra liberal. Yo no tengo por qué financiar el carril bici con mis impuestos (las bicis no pagan el impuesto específico de circulación que yo sí pago). O no tengo por qué financiar las exposiciones universales. O los eventos deportivos. O los parques de atracciones. O a una panda de vividores como los miembros de la $GA€. Etcétera. En un sistema como el nuestro, los impuestos se utilizan como mejor le parece a los políticos, que actúan o bien para la mayoría (y en España, siento decírtelo, son mayoría los católicos), o bien para los lobbies. Pero decir que un budista no tiene por qué financiar a un católico, que me parece muy justo, es exactamente igual que decir que yo no tengo por qué financiar nada con lo que no esté de acuerdo. En función de tu respuesta, serás más o menos liberal, o un sofista; tú eliges.

Por cierto, tampoco es cierto que el budismo carezca de deidades.

Saludos.

Juan Carlos dijo...

Vaya respuesta Eduardo, tan impresinante como el artículo desde luego.

Compartiendo unas partes pero otras no de tu respuesta, me gustaría hacer una observación (para meter un poco de caña je...) ¿Por qué deduces que el que Antonio realice determinadas acusaciones a la Iglesia Católica es una especie de defensa del Islam? ¿Si una cosa es mala, decir que otra es peor, es hacerla buena? Supongo que cada vez que alguien da una opinión sobre, digamos un equipo de futbol, no estará obligado a tener que darla tambien de todos los demás ¿no?

Casi todas las religiones llevadas al extremo (en sus formas integristas) caen en los mismos errores propios del fanatismo religioso. En cuanto al Islam, pienso que parece haberse anclado en plena Edad Media, me recuerda mucho al catolicismo de las cruzadas.

Mi unica conclusión a todo esto es la mar de sencilla: ¡Cuanto más lejos estén Iglesia y Estado, mejor que mejor para todos!

Si observas un poco el panorama internacional, no hay un país en el que la religión controle el estado que no esté inmerso en guerras y conflictos (si quitamos el Vaticano claro).

Un saludo,
Juan Carlos

Eduardo Martos Gómez dijo...

Buenas tardes:

No creo, Juan Carlos, que Antonio esté defendiendo el islam. Simplemente digo que critica muy fuertemente el catolicismo (cosa que me parece totalmente respetable), cuando sus acusaciones no están fundadas en información sólida y, además, tiene ejemplos mucho más graves en la religión de Alá. Además, sí hace una leve defensa del islamismo cuando argumenta que de nuestras escuelas debe desaparecer la Cruz, y nada dice del velo, que en mi opinión es un signo del machismo y una humillación para la mujer.

En todo caso, y siendo del todo sincero, la experiencia demuestra que para dos o tres regiones en el mundo en las que el cristianismo está detrás de una masacre, hay decenas donde es el islam. Actualmente, de hecho, el terrorismo es una amenaza para nuestra vida cotidiana, y gran parte del mismo se mueve en torno al islam. Esto no quiere decir que esta religión sea intrínsecamente mala, pero indica que su aplicación práctica, en la actualidad, conlleva riesgos para la convivencia pacífica.

El ejemplo que pones de los equipos de fútbol no es comparable, por tanto, ya que no amenazan nuestra vida. Atravesamos tiempos difíciles, y me parece una frivolidad andar divagando sobre la Inquisición cuando tenemos ejemplos peores a la vuelta de la esquina. Se sabe que en España, muchas mezquitas sirven para el adoctrinamiento de radicales. Las Fuerzas de Seguridad tienen instrucciones para vigilar su actividad; considerando que tenemos un gobierno tan multicultural, me parece un dato digno de tener en cuenta.

En tu observación tienes la clave: el islam actual es comparable al catolicismo de las Cruzadas, precisamente porque no ha evolucionado. Por cierto, es llamativa la distinción escrita. ¿Por qué escribes "Islam" con mayúscula y "catolicismo" con minúscula? Somos escritores, de manera que no lo considero un accidente. Lo correcto, según creo, es la minúscula para ambos. Lo que hacéis Antonio y tú es un signo inconsciente del respeto que se le tiene al islam y que no se profesa hacia el catolicismo. Esto no deja de ser curioso porque, con casi total seguridad, os rodean más católicos que musulmanes en vuestra vida cotidiana. Y a priori, ninguno debe ser tratado peor que el otro, pero sí de la misma forma. Empezamos por el lenguaje y podríamos acabar llevándolo al día a día. No me interpretéis mal; sé que sois personas de bien. ¿Pero qué hay del que no distingue entre el verbo y la acción?

En cuanto a tu último párrafo, Juan Carlos, ¿no te parece evidente de qué lado cae la balanza? ¿Qué países están controlados por el catolicismo? ¿Y cuántos por el islam?

Un saludo.

Juan Carlos dijo...

Buenas,

Primero de todo y como escritores que somos el tema de las mayúsculas y minúsculas. Cuando se escribe el nombre de las religiones debe hacerse en minúscula (cristianismo, catolicismo, islamismo, etc...), pero cuando se escribe el nombre, refiriéndose a una institución religiosa, se hace en mayúsculas, que es lo que he hecho al escribir Iglesia Católica e Islam. El error es gramatical ya que debería haber puesto islamismo en lugar de Islam como he puesto cristianimo, ya que ambas hacen referencia a la práctica religiosa y no a la insititución. Así es como yo lo entiendo, así que nada de interpretaciones freudianas sobre el mayor o menor respeto a cada una.

Estoy totalmente de acuerdo en que en la actualidad el islamismo integrista está muy extendido, a diferencia del cristianismo extremista que es ya un remanente del pasado, y que es, a todas luces, un peligro evidente que merece toda la vigilancia del mundo.

Mi visión particular es que los estados deben ser laicos y estar completamente alejados de cualqueir confesión. A partir de ahí, tambien creo que todos los ciudadanos deben cumplir escrupulosamente la ley del país en que vivien y que, en ese marco, deben estar prohibidas todas las expresiones religiosas en organismos públicos; velos, cruces y cuaquier otro. Por otro lado, aunque en el ámbito privado cada cual debe ser libre de escoger la práctica religiosa que le apetezca, tampoco debe permitirse las prácticas ilegales como la discriminación, la violencia física o síquica o cualquier otra que no entre en el ámbito de convivencia democrática que nos hemos dado.

Un saludo y, por cierto, da gusto volver a tener buenos debates por aquí
Juan Carlos