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domingo, 27 de julio de 2008

La Bondad y la Maldad

Se trata de dos términos por completo subjetivos, estrechamente ligados al estado de purificación o contaminación del amor desarrollado por el individuo de quien se trata.

Como bien se suele decir, tanto la bondad como la maldad coexisten dentro del ser humano. Son las 2 caras de una misma moneda, de manera similar a como ocurre con el amor y el odio. No existe una forma de medir cuánto de la bondad o maldad expresada por una persona nace con su personalidad y cuál es la dosis que va creciendo como producto de sus vivencias, enseñanzas y experiencias en el medio ambiente en el que se mueve. Dejemos expresa constancia de que no se trata de una contradicción conceptual, el hecho de que hayamos aseverado previamente que cuando el ser humano nace, lo hace con el amor en su estado más puro.

Deberemos detenernos en este punto y explicar el tema.

Según lo expuesto en: El Amor, del libro "El Paraíso Escondido detrás de Nuestras Desgracias":

El amor en su estado más puro se encuentra latente dentro de esa masa energética que somos. El amor es la masa energética. Pero al igual que el alma, se instala dentro nuestro al materializarnos en un cuerpo.

Es decir, que el amor llega a nosotros con toda su pureza, en su condición de masa energética. Es recién al contactarse con el cuerpo tangible que se abren todas las posibilidades de contaminación. Es entonces que las características de su incipiente personalidad podrán cargar con las diferentes posibilidades de desarrollo de la bondad y la maldad, en sus tan variadas dosis.

Todo pasa por la intencionalidad y no por el resultado de las acciones. Volviendo a nuestro tema, diremos que será necesaria la intención de causar un daño o perjuicio para que exista maldad. De la misma manera, se requerirá la intención de causar un beneficio o el bien a alguien para que quede manifestada la bondad.

El éxito en el proceso de regreso a nuestros orígenes con la consecuente purificación completa de nuestro amor, quitará todo resabio de maldad existente en el alma del individuo, puesto que los orígenes de donde proviene su masa energética son aun anteriores a las propias características de su personalidad.

Fragmento extraído del libro: "Recopilando Reflexiones. ¿Hacia dónde nos dirigimos?", con descarga gratuita en:

http://www.lulu.com

Rudy Spillman

http://libroabiertorudyspillman.blogspot.com

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