Escritores Club forma parte del portal de literatura Escritores Libres y pretende convertirse en una propuesta cultural innovadora, capaz de ofrecer al lector la oportunidad única de conocer sus autores favoritos y dialogar con ellos directamente, sin intermediarios. Hemos reunido los mejores escritores independientes del panorama literario actual, dispuestos a ofrecernos su talento y sus valoraciones, no sólo sobre sus obras, sino sobre la literatura en general y el mundo que la rodea.

Esperamos que encontréis aquí respuestas a algunas de vuestras inquietudes y también un momento de esparcimiento, acompañados de la mejor literatura.

sábado, 1 de marzo de 2008

El Otoño En Los Ojos De Un Niño

Fragmento
El Llanto del Limonero
http://www.lulu.com/content/1407977

Yalú, no logra contener su pánico , ni el temblor de sus manos heridas, que son acariciadas por las gotas de lluvia, como si todo el cielo se deshiciera en lágrimas, para borrar de sus mejillas tiernas doradas por el sol, el llanto incontrolable del pequeño.
El precioso tesoro de la paz, que iluminaba la comarca, quedó ultrajado bajo las botas de la infame prepotencia, como un gorrión sin nido y sin aliento, con las entrañas trémulas de frío, esparcidas al viento.
Yalú, recuerda las mañanas cuando corría sobre bellas montañas, enmarcadas entre los colores del arco iris. Hoy su recuerdo, forma parte del mágico ayer, que quiere abrirse paso entre la bruma de su desconsuelo, y su inocente infancia huye despavorida, entre febriles rictus, buscando de su abuelo la perdida sonrisa desdentada, que se quedó dormida en las columnas de humo que visualiza lejos, como si fueran seres infernales, dementes, que malévolos rugen entre escombros, arrasando a su paso, los cultivos en cierne de maíz, que han sido siempre su fuente principal para el sustento.
Allí acurrucado inerte, recostado a un árbol limonero, bajo el abrigo de hojas y flores pequeñitas de azahar, Yalú duerme envuelto en la cortina de la noche, bajo la absorta mirada de pequeños luceros que iluminan su frente, con suspiros helados como espinas punzantes, que sus gélidas sienes han teñido con gotitas de sangre, y al beso cristalino que se fugó temblando entre la lágrima de un ángel, las gotitas quedaron trasformadas en chispas de rubí, sobre la frente del niño solitario de tan solo cinco años, que se quedó dormido para siempre, a quien el sol un día pintara sus mejillas y con dulce primor los pies descalzos, que plasmaron sus huellas inocentes en las entrañas húmedas del fango.

¡Yalú, Yalú! Acarician tu frente, pequeñas flores blancas de azahar; unas tras otras se desprenden llorando de las ramas heladas... a prisa se deslizan sobre las hojas frías, temblorosas y tristes, de quien tratara en vano socorrerte y te brindó el refugio de sus ramas caídas ¡Aquel vetusto árbol limonero que hoy desconsolado llora tu partida!

“¡Yalú, Yalú! El árbol limonero te recuerda en su follaje verde jugueteando, absorbiendo el aroma de las pequeñas flores de azahar, que hoy te coronan tristes sollozando. El limonero añora tu angelical sonrisa, al descubrir ocultos en sus ramas, nidos plateados y tiernos pajarillos asustados, que fugaces al verte, emprendieron el vuelo y exhibiendo sus plumas de colores surcaron el azul bello del cielo, para plasmarle una sonrisa hermosa, al astro sol y a todos los luceros”.

Hoy, en la madrugada un pajarillo indígena, de collarcito blanco a quien llaman jilguero, posó sus gráciles patitas en tu frente y ha manchado el plumaje de su cara, con gotitas de sangre que brillan como chispas de rubí. En vano el emplumado de canto primoroso, intentó despertarte y ha decidido hacer su morada de paja, entre el follaje trémulo del limonero, para brindarle al árbol su consuelo, por haber hoy perdido a un buen amigo y su blanca sonrisa de azahares.
el otoño
Marta Lilián Molano L
el otoño
Visita:

No hay comentarios: