Escritores Club forma parte del portal de literatura Escritores Libres y pretende convertirse en una propuesta cultural innovadora, capaz de ofrecer al lector la oportunidad única de conocer sus autores favoritos y dialogar con ellos directamente, sin intermediarios. Hemos reunido los mejores escritores independientes del panorama literario actual, dispuestos a ofrecernos su talento y sus valoraciones, no sólo sobre sus obras, sino sobre la literatura en general y el mundo que la rodea.

Esperamos que encontréis aquí respuestas a algunas de vuestras inquietudes y también un momento de esparcimiento, acompañados de la mejor literatura.

viernes, 11 de julio de 2008

No juzgemos tan rápidamente

No todo, siempre, es como se ve, como se escucha, como lo cuentan.

Son incontables las situaciones confusas que se nos pueden presentar en la vida, en relación con los demás, y en especial, con nuestros seres queridos.

A veces producen daños irreparables que duran toda una vida.

A continuación, les traigo un vídeo, cuyo propósito es mostrarnos esta realidad que tantas veces distancia a la gente que se quiere, sin un motivo real. El film fue realizado colocándole esa chispa de humor que siempre hace falta para encarar la seriedad de ciertos temas.

¿Cocinando al gato?




Rudy Spillman
http://libroabiertorudyspillman.blogspot.com

RINCÓN DE HUMOR

El Director

Una Empresa entendió que estaba en el momento oportuno para cambiar el estilo de gestión y contrató un nuevo Gerente General.

Éste vino determinado a agitar las bases y volver a la Empresa, más productiva.

El primer día, acompañado de dos de sus principales asesores, realizó una inspección general en la empresa.

En el almacén todos estaban trabajando, pero un muchacho nuevo estaba recostado en una pared con la mano en los bolsillos.

Viendo una buena oportunidad para demostrar su filosofía de trabajo, el Director preguntó al muchacho:

-¿Cuánto ganas por mes ?

-Trescientos euros, ¿ porqué ?, respondió el muchacho sin saber de qué se trataba.

El administrador sacó de su bolsillo los 300 euros y se los dio al muchacho, diciendo:

-Aquí está tu salario del mes. ¡¡¡Ahora, desaparece y no vuelvas más!!!

El muchacho guardó el dinero y salió conforme las órdenes recibidas.

El Director entonces, henchido de orgullo, pregunta a un grupo de operadores:

-¿Alguno de ustedes sabe lo que este muchacho hacía aquí?

-Si señor, respondieron atónitos los operadores, y continuaron diciendo:

-Vino a entregar PIZZAS.

Existen personas que desean tanto mandar, que se olvidan de pensar

Rudy Spillman

http://libroabiertorudyspillman.blogspot.com

miércoles, 9 de julio de 2008

ESPERANZA Y DESESPERANZA ENTRE EL POLVO

ESPERANZA Y DESESPERANZA ENTRE EL POLVO



La niebla siempre estaba allí, nunca desaparecía del todo, el sol era una mancha borrosa que iluminaba débilmente un mundo deteriorado. Era difícil sobrevivir en un lugar donde el polvo rojizo que producían la mayoría de plantas era mortal y que además se dispersaba gracias a un viento que jamás cesaba. Muchos deseaban huir de allí y volver hacía las estrellas pero aquel era un sueño imposible.

Ni ella ni el resto de sus compañeros deseaban adentrarse en las llanuras, uno de los lugares más peligrosos de ese territorio, pero justo allí estaban los fugitivos. No dejaba de ser irónico considerar a esos cuatro ladrones de esa forma ya que todos los habitantes de ese planeta eran delincuentes o gente considerada indeseable para el resto de mundos “civilizados”. Brenda sacudió la cabeza tratando de no pensar en ello ni en el hecho de que probablemente hoy debería matar a alguien, tal vez algunos de sus compañeros habían sido asesinos en su otra vida pero ella no.

A su lado Erek cayó de rodillas tosiendo sangre, el hombre llevaba varios años tragando polvo y hasta hacía bien poco nadie había logrado crear algo eficaz para amortiguar sus efectos devastadores, para el hombre ya era demasiado tarde sus pulmones estaban dañados mas allá de toda curación posible, prácticamente estaba ciego y las partes más expuestas a la acción del viento como su cara o sus manos estaban llenas de magulladuras; todos sabían que al principio se curaban pero con el paso del tiempo las heridas no cicatrizaban por eso Erek llevaba trozos de tela en sus manos aunque Brenda siempre se preguntaba cómo el hombre podía ni tan siquiera coger la lanza. El dolor debía de ser atroz.

Lo preocupante era que todos acabarían así pese al velo que les cubría parte de la cara. Su tecnología era absolutamente primitiva, los soldados interplanetarios los llevaban allí porque era una forma fácil de deshacerse de los indeseables sin mancharse las manos; por eso no se molestaban en darles nada, no se esperaba que viviesen más de unos días. Por supuesto nadie había contado con sus ganas de vivir, con su capacidad de adaptarse a todo lo nuevo. Eran delincuentes, no estúpidos.

En un universo donde la tecnología viva imperaba uno tenía que ser muy inteligente para cometer un delito. En mayor o menor medida todos eran técnicos, psicólogos capaces de razonar con un máquinas inteligentes, inventores, expertos en tecnología… y si antes esos conocimientos se habían usado para beneficio propio, ahora se usaban por el bien de todos. Nadie podía sobrevivir solo, algunos lo habían intentado y habían muerto dejando atrás jirones de ropa y huesos que las pequeñas comunidades aprovechaban. Tal y como le habían dicho a Brenda el primer día robar a un muerto era mejor que morir por respeto a alguien que no se conocía y al que no le importaría demasiado lo que hiciesen con él. Era una idea dura, pero en ese mundo uno debía de ser así y pese a todo eran gente unida. Lo que no habían logrado los “civilizados” lo había hecho ese planeta.

- ¿Puedes seguir?- Su voz habitualmente aguda sonó amortiguada a través de la tela que le cubría la boca y la nariz. Aquél era el gran invento, unos ingenieros habían logrado crear un telar capaz de hacer esos velos suficientemente gruesos como para filtrar la mayoría del polvo. Actualmente sólo un grupo selecto podía llevarlos ya que eran muy difíciles de crear. ¿Cuánta gente estaría muriendo mientras ella estaba relativamente a salvo?

- Erek aún ha de hacer su último sacrificio- interrumpió Blind ayudando al malherido a levantarse- Su redención está cerca, morirá por nosotros y ese será un gran honor. Su pasado será perdonado y se le recordará sólo por este acto…

- Deja tus sermones para otro día- el líder de la guardia, Valt, no soportaba a ese imbécil que en un lejano sector espacial había creado su propia religión/secta para beneficio propio; Lo habían condenado y llevado al planeta del polvo como castigo por todos sus abusos y mucho se temía que el falso predicador estuviera ayudándose de la desesperación que reinaba en todos los refugios subterráneos para volver a las andadas. Demasiada gente se estaba convirtiendo a esa falsa religión y prácticamente todos los creyentes se unían a la guardia esperando encontrar la muerte y su ansiada “redención” ¿cómo podían ser tan ilusos? Valt no necesitaba suicidas, sólo gente dispuesta a ser soldados y proteger a sus congéneres; Él había sido un mercenario, escogió mal a su gente de confianza y no estaba dispuesto a volver a caer en el mismo error… además ahora ya no cobraba por sus servicios pero sentía cierta satisfacción al ver que sus conocimientos estaban siendo de ayuda ¿sería esa su propia redención?

- No necesito para nada vuestra ayuda ni mi maldita salvación y mucho menos si viene de parte de este fanático- exclamó Erek- ¿Por qué no vamos a reclamar lo que es nuestro de una maldita vez? Creo que no nos hemos arrastrado hasta aquí para charlar ¡vamos a por ellos! Y para que lo sepas Blind el honor no será morir ¡será demostrarles a esos ladronzuelos cómo se hace un robo profesionalmente!- Esas eran las palabras de alguien que no tenía nada que perder, la sangre le caía por la cara dándole un aspecto aterrador y nada de eso le importaba. Y lo único que le preocupaba a Brenda era que hoy tendría que matar a alguien para cumplir una promesa, nada más.

- Cre…creo que el viento a amainado un poco, podemos adentrarnos en las… llanuras donde están escondidos esos fu…fugitivos.- Corem era el más joven de todos no tendría más de quince años estándar pero el órgano de justicia que le desterró lo consideró mentalmente adulto y con plena capacidad para ser consciente de sus actos, su delito no fue tan grave pero sí sus consecuencias políticas. Por desgracia no era inusual encontrarse a gente inocente muriendo por nada y lo único que podían hacer era darles una oportunidad de sobrevivir aunque fuera entre delincuentes de verdad; por ejemplo el profesor Devier estaba enseñando a los niños todo lo que sabía sin callarse nada y sin importarle que sus ideas fueran demasiado revolucionarias para nadie poderoso, según él su destierro se había convertido en libertad y no quería cambiarlo por nada ni tan siquiera por una oportunidad de marcharse a un lugar donde el polvo no fuera mortal.

Sintiendo que ese era realmente su trabajo y que aquél era el lugar y el momento Brenda cerró los ojos dejando que sus otros sentidos la guiaran. Efectivamente sus biomodificaciones le indicaban que el viento había amainado un poco para que la nube tóxica no fuera tan peligrosa, su sensibilidad térmica también había aumentado lo suficiente para que pudiese detectar la poca vida que podía subsistir en ese ambiente. Viento, el miedo del niño, el susurro de las plantas meciéndose, el fanatismo del predicador, los pequeños animales excavando túneles bajo sus pies, el calor de sus compañeros…luz, oscuridad todo pasaba a través de ella… y allí, en la lejanía un pequeño punto de energía. Abrió los ojos volviendo a la realidad, a un mundo donde los sentidos eran limitados y donde nada se podía entender plenamente; Con un gesto desvaído señaló hacía el objetivo.- No he encontrado nada que pueda sugerir que haya personas pero la energía que buscamos está por allí.

Con un gesto rápido Valt cogió a la mujer antes de que cayera al suelo- Los que te crearon podrían haberlo hecho mejor ¿no crees?- le preguntó con una sonrisa.

- Es lo que pasa cuando el presupuesto es limitado y los científicos lo hacen de escondidas porque está totalmente prohibido- le replicó cansada- Pero no te preocupes según ellos fui una creación cuasi perfecta… en todos los sentidos- sorprendiendo al mercenario con un beso Brenda se apartó de él sonriendo satisfecha, llevaba deseando hacer eso desde que lo había visto por primera vez y para la próxima trataría de que fuera sin el velo…algo le decía que eso sería mucho más interesante.

- Por eso volé uno de esos laboratorios- gruñó Corem rompiendo el momento – La liga de planetas de donde provienes condena este tipo de experimentación y mientras cierran los ojos cuando se construye un laboratorio porque saben que tarde o temprano conseguirán crear una entidad inteligente perfecta para el combate y que obedezca sus órdenes. Por eso volé esos laboratorios…

- ¡Y por tu afán de protagonismo te condenaron a este planeta!- Blind alzó las manos hacia el cielo teatralmente sin importarle las miradas de incredulidad de los demás- ¡Deberías de haber tenido paciencia! ¡Deberías…

- ¿Debería haber permitido que mis padres y mi hermana fueran asesinados lentamente por tener capacidades empáticas naturales? ¿Eso es lo que quieres decir?

El joven y el hombre se quedaron mirando fijamente con los puños apretados, en secreto Valt y los demás estaban deseando que Corem le diera una buena lección a ese fanático pese a que sabían que no deberían permitirlo…

- Mientras vosotros os peleáis yo voy a aprovechar lo poco que me queda de vida para ir a buscar ese pequeño generador de energía, Jesam lo necesita urgentemente y vosotros sólo os estáis dedicando a hablar y a amenazaros ¡quien quiera venir que me siga!

Sintiendo que estaba perdiendo el control de la situación Valt separó de malas maneras a los dos contrincantes y con un gesto indicó que lo siguieran. Erek tenía razón, Jesam necesitaba ese generador que le habían robado para subsistir y si no lo encontraban moriría irremediablemente y con él todos sus conocimientos de tecnología primitiva que tenía almacenado al igual que su capacidad de comunicarse con otras comunidades humanas. Por todo eso y más Jesam tenía que vivir, él era una forma de vida atrapada en una máquina, ordenador lo llamaba en referencia a una máquina antigua de la nadie sabía nada, esa era la condena para las nuevas formas de vida basadas en datos y que cometían algún delito, no permitirles salir de un espacio físico, no dejarles a viajar por la red de datos nunca más; Por desgracia los lugares en los que los confinaron sufrieron la erosión del polvo y muchos de ellos murieron antes de que los humanos los descubriesen y los liberasen…en cierto modo. Ahora tenían una red que si bien no era perfecta les permitía comunicarse y compartir conocimientos y eso era vital para ellos, perder a Jesam significaría el aislamiento y muy probablemente la muerte. Tenían que encontrar el generador inmediatamente pero para Brenda eso era una nimiedad comparado con lo que debería hacer.

Avanzar a través de la hierba alta era difícil y muy peligroso pese a sólo tuviera la altura de un hombre. Al contrario de lo que uno podía pensar, los tallos de esas plantas eran tan rígidos como el tronco de un árbol y sólo la parte superior era suficientemente flexible para poder aprovechar el viento y esparcir su tóxico por todo el planeta. El polvo caía sobre ellos constantemente irritándoles los ojos y colándose entre las telas que les protegían, Erek era el único que no llevaba velo ya que no le era necesario pero era el que peor lo estaba pasando y el que iba más rezagado de todos. Sin mediar palabra todos aflojaron el ritmo para que su compañero les pudiese seguir más fácilmente, bastante complejo era ir esquivando ese bosque de muerte como para perder a un compañero.

De vez en cuando Brenda se detenía y cerraba los ojos tratando de sentir la energía cada vez más débil del generador. El aparato necesitaba recargarse y lo habría hecho automáticamente si los ladrones hubiesen tenido más cuidado al cogerlo, estaba claro que esos inútiles no eran ingenieros ni nada parecido porque habían robado una cosa que no les serviría para nada y que ni tan siquiera podrían venderlo en las comunidades clandestinas que subsistían gracias al robo y a las máquinas inteligentes que los apoyaban. Tal y como había dicho su compañero moribundo no eran profesionales.

- ¡He tropezado! ¡He tropezado!- Asustados ante los gritos de Blind todos se apartaron de él inmediatamente. Si había tropezado con una planta que había caído en el suelo, el polvo se habría esparcido a su alrededor pero sobretodo el predicador habría respirado suficiente tóxico como para morir en unas pocas horas…

Indiferente a la reacción de los demás, también era el que menos tiempo llevaba en ese planeta maldito, Corem se acercó para ver mejor lo que había pasado.- ¡Es una persona! ¡Sólo es una persona… ¡muerta!- De un salto el joven se apartó con miedo mientras los demás se acercaban no para ayudar al falso predicador si no para ver de cerca el cuerpo.

- ¿Estás bien?- En vez de unirse al resto del grupo Brenda fue en busca del joven para darle un poco de apoyo, por experiencia propia sabía lo que el polvo hacía con la carne muerta y no era un espectáculo agradable. Lo primero que quedaba afectado era la piel externa que con tan sólo unas pocas horas desaparecía prácticamente toda dejando a la vista una masa sanguinolenta… y eso sólo era el principio.

- ¿Eso es lo nos ocurrirá a todos?- Corem estaba asustado ese planeta era salvaje y la vida era dura pero jamás se había imaginado ese espectáculo.- Yo no quiero esto… yo…

La mujer le abrazó en un acto impulsivo no podía darle más consuelo que ese ya que no le podía dar esperanzas ni ilusiones. Enterrar a los muertos era una tarea complicada además de poco productiva y el fuego era un bien preciado que no se podía malgastar, la única opción válida era dejarlos a la intemperie para que el viento y el polvo los degradasen rápidamente convirtiéndolos en un amasijo de huesos. La única muestra de respeto que se permitían ante los que habían dejado atrás la vida era recoger su calavera y dejarla en el pequeño osario que habían construido, el resto se aprovechaba obviamente.

- Y si me caigo o me hiero y no me puedo mover… entonces ¿también me pasará esto?- La mujer se le quedó mirando con la tristeza reflejada en sus ojos. Era un chico inteligente, demasiado inteligente ¿le tenía que negar la respuesta? ¿Cómo reaccionaría?

- Si no te rescatamos a tiempo…antes de que tu ropa se degrade…

Corem asintió sin decir palabra, si le había afectado lo que le acababan de decir no lo demostró y Brenda lo entendía muy bien… sobretodo porque esa promesa tenía relación con lo que le acaba de explicar al chico.

- Debe de haber muerto hace unas pocas horas.- manifestó Valt con los guantes llenos de sangre.- Creo que se rompió una pierna y también pienso que o bien no sabía nada sobre este planeta o tenía la intención de hacer una excursión rápida porque prácticamente no llevaba ropa que le protegiese. Aficionados ¡Erek tenías razón!

- ¡Claro que si viejo soldado! ¡El moribundo Erek siempre tiene razón!- riéndose de su propia gracia se acercó al desafortunado ladrón.- No tiene nada de valor ni tan siquiera merece la pena llevarse la ropa, está tan roída que no sirve para nada. Brenda ¿hacía donde vamos?

La mujer no había necesitado que se lo preguntasen para entrar en trance, sabía que no quedaba mucho que hacer allí y no quería que Corem viera más de lo necesario.

- Estamos cerca pero apenas percibo energía… tendremos que tener cuidado, siento una tensión el aire y algo que podría ser una persona pero es demasiado leve para que pueda verlo claramente… ¡Valt no te aproveches!

Sonriendo el hombre dejó de abrazarla y la miró- Mi intención era sujetarte por si volvías a caerte otra vez, sé que estos esfuerzos te dejan agotada…

- Pues la próxima vez que me “sujetes” procura mirar por dónde me coges, cualquiera podría malinterpretar el gesto, ya sabes.

- ¡Frívolos y desalmados!- interrumpió Blind mirándolos acusadoramente.- Una pobre alma acaba de dejar este mundo ¡y vosotros os dedicáis a flirtear como si nada hubiera ocurrido!- Poniendo muecas de desolación y enfado el fanático se arrodilló ante el ladrón y empezó a murmurar.

- De acuerdo chicos todos conmigo y tú predicador cuando acabes te unes a nosotros… procura no quedarte mucho tiempo diciendo tonterías si no quieres acabar transformado en una pulpa sangrienta.- Satisfecho ante la cara de miedo de Blind, Valt indicó a los demás que lo siguieran hasta donde había señalado Brenda. En su interior sabía que estaban a punto de encontrar el generador energético y tenía la firme convicción de que llegarían a tiempo para salvar a Jeram, sólo estaban a dos días del refugio tiempo suficiente… o al menos eso esperaba, demasiada gente dependía de ello.

Llevaban más de media hora caminando y sorteando los troncos sin encontrar nada. De vez en cuando Brenda cerraba los ojos y señalaba hacia donde tenían que ir insistiendo en que estaban muy cerca y Corem se adelantaba a los demás en busca de alguna pista. Era frustrante sobretodo porque la habilidad de la mujer no era perfecta y tampoco les podía indicar una localización exacta, por si fuera poco se estaban adentrando demasiado en el corazón de la llanura donde las plantas se convertían en altísimos árboles bloqueando el paso del viento y provocando una espesa neblina roja que desintegraba rápidamente sus ropas e irritaba los ojos dejándoles prácticamente ciegos. Era una situación insostenible, dentro de poco deberían abandonar su búsqueda si no querían morir de una forma muy desagradable ¡habían estado tan cerca de lograr su objetivo! Ellos tenían la voluntad pero el planeta, como siempre, tenía la última palabra.

Erek estaba sufriendo más que los demás; prácticamente ya no podía sostener su lanza, su cara era prácticamente irreconocible y su tos había empeorado. La mujer era la única que no se rendía y que le daba apoyo, el resto tenía demasiada prisa por encontrar el generador y marcharse de allí lo antes posible. Tenían un objetivo y ya iban contrarreloj como para entretenerse en ayudar a un moribundo.

- ¡Creo que he visto algo!- Corem apareció entre los troncos con una mirada aparentemente grave con la que trataba de esconder su miedo ante lo que acababa de ver- Son dos cuerpos y uno…uno tiene el generador en sus manos… están prácticamente degradados pe-pero no como el que hemos visto ellos están…- Con los ojos llorosos el joven corrió hacia Brenda y la abrazó. No estaba demasiado sorprendida, no podía estarlo porque temía lo que había visto Corem y era aún peor que lo de antes ¿cómo podían haber enviado a ese mundo mortal a un chico como él? ¿Se merecía ese castigo por haber sido un idealista? No podía creerlo ni aceptar que los mundos “civilizados” fueran así de crueles, pero era así y lo que acababa de ver Corem le marcaría para siempre.

Allí, en el corazón de la llanura, el proceso de degradación era muchísimo más rápido de lo habitual la piel se descomponía a la vez que los músculos, los órganos, los nervios… dejando sólo unos huesos con trozos de carne y otras substancias pegadas a ellos que con el tiempo también desaparecerían. No era un espectáculo agradable.

- Blind y yo iremos a recoger el aparato- indicó Valt perfectamente consciente de lo que estaba ocurriendo- Vosotros quedaos aquí hasta que volvamos. No tardaremos mucho, tampoco nos lo podemos permitir.

- Yo no creo que sea necesario que venga contigo… sólo se necesita a uno para…

- ¡Blind! ¿No querías predicar para los muertos? ¿Verdad? ¡Pues tú te vienes conmigo!- No sin cierta satisfacción Valt sonrió debajo de su velo al ver la cara de horror del falso predicador, le encantaba asustar al hombre. Una cosa era decir unas pocas palabras a algo que aún se asemejaba a un humano, la otra era hacerlo para un montón de huesos sanguinolentos. Blind era un hipócrita y el mercenario dudaba de que realmente se creyese sus propias palabras y sermones, todo lo hacía para su propio beneficio y lo más desagradable era que siempre intentaba convertir a las mujeres y a los más jóvenes. Si no tuviese tantos seguidores muchos hombres y padres lo habrían matado hacía tiempo, lástima que una revolución religiosa no ayudara a su supervivencia y que por lo tanto no pudiesen hacerlo porque a nadie le faltaban las ganas.

El pequeño grupo que se había quedado a la espera estaba en silencio, nadie sabía qué decir o qué hacer mientras esperaban. Erek se estaba muriendo, Corem estaba asustado y Brenda sólo pensaba en esa maldita promesa que no debió aceptar, cada uno tenía sus problemas y estaban enfrascados en sus propios pensamientos los cuales no pensaban compartir con nadie. Eran sus propias cargas no las de los demás.

- ¿Cuántos eran… eran los ladrones que nos robaron el generador?

- Dijeron que cuatro – respondió Brenda distraídamente.

- Entonces… solo hemos encontrado tres muertos ¿y el que falta?- Corem miró a su alrededor recodando las palabras de Brenda. Ella había dicho que creía haber sentido algo que podía ser una persona, si era así… ¿Dónde estaba ahora mismo? - ¡A tu izquierda!- Por suerte para ella aún no había entrado en trance como era su intención y pudo oír el grito del joven pudiendoesquivar al atacante antes de que la matara. El ladrón parecía cualquier cosa menos un hombre, sus brazos desprotegidos estaban llenos de sangre y le colgaban jirones de piel, su cara estaba pálida y demacrada y las zonas más delicadas como los labios o los párpados habían desaparecido igual que gran parte de su cabello, sus ojos estaban inyectados en sangre pero parecía estar medio ciego ya que sus ataques eran débiles y desorganizados, pese a ello no dejaba de ser peligroso ya que en lo que quedaba de sus manos tenía un cuchillo muy probablemente robado de alguna nave militar estrellada. Era un objeto valioso demasiado para que lo tuviera ese pobre desgraciado, sería un buen botín cuando acabaran con él

Sin mediar palabras los tres defensores se pusieron de acuerdo, con una fuerza que desmentía su aparente estado de debilidad Erek lo atacó desde detrás con su lanza desestabilizando suficientemente al ladrón para que Corem lo tirara al suelo y tratara de arrebatarle el arma. Consciente de que cualquier herida, por muy leve que fuera, sería fatal en ese ambiente sobrecargado de polvo Brenda se unió al joven aplastando al ladrón contra el suelo.

El atacante era fuerte pero su cuerpo estaba demasiado debilitado y erosionado, sin poder soportar el peso de dos personas las costillas se le rompieron con un chasquido con la mala fortuna de que una le perforó el pulmón. Por una vez el maldito polvo les había servido de ayuda y había colaborado con ellos, había sido un buen golpe de suerte.

Incapaz de soportar otra muerte más Corem se alejó en busca del resto del grupo con la excusa de ir a explicarles lo que había sucedido y advertirles. Eso suponía un problema para Brenda porque ahora estaba a solas con Erek, era el momento para cumplir con su promesa pero no estaba preparada.

Lenta, muy lentamente la mujer cogió el cuchillo del ladrón muerto y se acercó a su amigo. Él la había rescatado del polvo, la había llevado a uno de los refugios subterráneos y estuvo con ella hasta que sanó, incluso se fue a otra comunidad a buscar un preciado medicamento para que su brazo cicatrizara. Si no hubiese sido por él, ahora estaría muerta o habría perdido el brazo a consecuencia del polvo y se habría convertido en una carga para la comunidad. Ahora le tocaba devolver el favor en forma de muerte.

Su amigo estaba tendido en el suelo sin fuerzas para moverse. La única señal de que aún estaba vivo eran sus ojos que miraban fijamente a Brenda esperando a que lo matara, esa era su salvación, era la única esperanza que tenía: morir rápidamente y dejar de sufrir. Erek había aceptado esa misión sabiendo que sería la última, sólo su fuerza de voluntad lo había llevado tan lejos y le había permitido hacer un último esfuerzo para atacar al ladrón pero ahora sólo quería morir ya había hecho todo lo que debía en esa vida no tenía sentido alargar su agonía.

Brenda leyó todo eso en sus ojos y asintió asustada. Jamás había tomado una vida ¿sería capaz? ¿Tendría la valentía suficiente para coger su cabeza y esperar a que se convirtiera en una calavera para llevarla al osario?

A lo lejos se oían las voces excitadas de sus compañeros, habían encontrado el generador aún había esperanza y Jeram seguiría viviendo y ayudándolos a crecer y prosperar. Ese era el futuro que les esperaba: un mundo al que finalmente se adaptarían y ¿por qué no? Tal vez las siguientes generaciones desarrollaran una defensa natural contra el polvo, quizás en un futuro nadie temería quedarse a la intemperie ni tendría que ver cómo sus muertos se convertían en huesos y trozos de carne. Había un futuro y era de ellos no de esos que los habían llevado allí para que murieran.

Tomando una decisión Brenda cogió el cuchillo y lo clavó en el corazón de Erek. Por el futuro, por la esperanza.

CUANDO NUESTRA LITERATURA SE ENALTECE

Me es grato informar, que en mi calidad de miembro de AIELC (Asoc. de Escritores en Lengua Castellana de la FEDERACION de ESCRITORES de Israel), acabo de recibir la autorización de su Presidente, el Profesor Ernesto Kahan, para la difusión del último poema de Carlos Garrido Chalén, eximio exponente de la literatura hispanoparlante, como asimismo, su personalidad, antecedentes y obra.

Sin más que agregar, los dejo con su verdadero protagonista.

R. S.

CUANDO MADURARON LOS CEREZOS

De Carlos Garrido Chalén

Poeta peruano

Premio Nacional de Poesía

Postulado al Premio de Literatura "Miguel de Cervantes" 2008 de España, por la Sociedad de Arte de Bolivia

"Cuando el fruto sea perfecto, y pasada

la flor se maduren los frutos, podará con

podaderas las ramitas, y cortará y quitará

las ramas" (Isaías 18:5)

Cuando pasada la flor maduraron los cerezos

en la viña del vino rojo

confidencié con el viento,

y me encargaron de lo Alto cubrirla de celosías

con farolas encendidas por el celo de la brisa.

Guardé la fruta temprana y canté a los cabrahigos

y en batalla conspiraron los cardos y las termitas.

Hicieron alianza inútil debajo de las pezuñas

y cerrojo en las corolas

y azafrán entre los tules.

Y en el cinto de mi tronco y el perfil de mi cintura

las hijas del canto fueron

amadas por mis esquirlas.

Yo no quería decirle

a nadie lo que es el tiempo.

Yo guardaba vino rojo en las pipas del silencio.

Y era carmesí la rosa

y el color de los misterios.

De rubí, tinto, escarlata,

el horizonte del eco.

Caducó la flor y siempre, maduraron los cerezos

y el que añade alas al viento

le puso llamas al fuego.

Y fueron como manadas que suben al lavadero

las cabras y las ovejas trasquiladas del destierro.

Carlos Garrido Chalén, nació el 16 de octubre de 1951 en el humilde y pequeño pueblo de pescadores de Zorritos, a la orilla del Pacífico, en el departamento de Tumbes, Perú. Desde niño se distinguió como buen declamador y durante sus estudios secundarios, su apego a la lectura, lo llevó a ganar durante cinco años consecutivos los Premios de excelencia que en su Colegio se promovían. En la Universidad Nacional de Trujillo - la primera Universidad Republicana de América Latina, fundada por Simón Bolívar el 10 de Mayo de 1824 - estudió Derecho y Periodismo y consolidó su vocación de poeta y escritor. Y hace aproximadamente 41 años, inició un trabajo formidable de producción y promoción literaria, que le ha merecido que en Uruguay, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Guatemala, Ecuador, Méjico, Israel, Francia y el propio España, lo consideren en medios intelectuales de influencia como “la nueva voz literaria de América” en el presente siglo, y que junto a la Obra de Juan Gelman, Antonio Gamoneda, Sergio Pitol y Rafael Sánchez Ferlosio, uno de los escritores que más ha contribuido a enriquecer en forma notable el patrimonio literario de la lengua española.

Abogado con más de 30 años de experiencia en Gerencia empresarial y municipal, Past Decano del Colegio de Abogados de Tumbes; Periodista, con 36 años de experiencia, Corresponsal de “Fortín Mapocho” de Santiago de Chile; y Columnista del Diario “Correo” de Tumbes, Secretario General del Centro Federado de Periodistas de Tumbes, adscrito a la Federación de Periodistas del Perú; como Escritor y Poeta, laureado a nivel nacional e internacional, autor de más de una docena de obras literarias publicadas, fue reconocido en 1997 por el Instituto Nacional de Cultura (INC), del Ministerio de Educación de su país, con la distinción “Patrimonio Cultural Vivo de la Nación”, como uno de los más destacados promotores del arte, la cultura y la literatura peruana e internacional.

Carlos Garrido Chalén, es Presidente Ejecutivo y Fundador de la Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE) (1992 - 2008), que cuenta con Presidentes Adjuntos en España, Israel, Ecuador, Venezuela, Colombia, Argentina, Chile, Bolivia, Puerto Rico, Cuba y Guatemala. Embajador en el Perú del Movimiento Poetas del Mundo (2005-2008), con sede en Santiago, Chile; Embajador Universal de la Paz en el Perú, del Círculo Universal de Embajadores de la Paz de Ginebra, Suiza (2005-2008) y Miembro de Honor de la Sociedad de Arte de Bolivia y del IFLAC (2008). Ha prologado y presentado libros de literatura de numerosos escritores prestigiosos del Continente, y sus obras literarias incluidas en importantes Antologías de América, en Colecciones Permanentes de Bibliotecas como la del Congreso de los Estados Unidos, Cuenca (Ecuador) y la Central de España y en prestigiosos portales de habla castellana, francesa, inglesa y portuguesa.

Mallarmé, uno de los poetas admirados por Garrido Chalén, decía que la poesía necesita recuperar el territorio de lo sagrado. Para el poeta francés, eso se lograba usando las palabras no en el primer sentido del diccionario, sino en la virtualidad de los otros sentidos. La poeta boliviana Patricia Collazos Bascopé cree que “el Poeta peruano ha dotado a su poesía de esos paisajes, jugando con las palabras e invitando a sus lectores a jugar también con ellas para construir el gran edificio de su voluntad creadora, que es de él, en singular, pero que también nos pertenece a todos”.

Rudy Spillman

http://libroabiertorudyspillman.blogspot.com

martes, 8 de julio de 2008

La manipulación mediatica y su puta madre


El show continua. Nos alegra la libertad de Ingrid Betancourt, pero es sumamente preocupante la actitud del gobierno, expresada mediante los arrodillados medios de comunicación. Pensar en la parafernalia y las acrobacias que prefiere hacer, antes que un intercambio humanitario o una negociacion; demuestra hasta donde es capaz de llegar la arrogancia y la mediocridad del régimen.

Patearle el culo a los pobres en nombre de la seguridad democrática, es la consigna y la ley de la clase dirigente del país.

La ecuación es simple: para ser ricos y mas ricos, necesitan de pobres y mas pobres.

Ingrid en los canales televisivos del mundo, sonriente y agradecida. Cuenta de su experiencia, de su humillación, de la comida, que el monte, los insectos; que no podía cagar tranquila porque era en hueco..., etc.

A la Dra se le olvido que ella solita se lo buscó y que además no iba precisamente a un reality show en república Dominicana.

En Colombia un alto porcentaje de la población padece de iguales o peores condiciones de vida. Que están secuestrados en sus propios hogares (los que tienen hogar), en el campo, las calles, o como dicen: en las selvas de cemento. Sin ofender y con respeto, les digo que mucha gente, sobre todo niños, darían lo que fuera por tener las condiciones de salud con las que regresó Ingrid; muy, pero muy lejos de una desnutrición y además sin hepatitis. Tanto ver televisión me la imaginé de todas las formas, menos como llegó,

La parafernalia mediatica y su puta madre (la oligarquía), se vanaglorian y siguen exhibiendo a su trofeo (Ingrid). Con el fin de seguir trabajando las mentes de los Colombianos, justificando su putrefacto camino: el militar.

Se acerca el 20 de Julio, día de “independencia” de Colombia. Los medios y sus progenitores tienen programada y bien organizada una marcha contra el secuestro; algo que considero bueno y normal, pero bastante sospechoso la fecha escogida. Así como vamos pronto en un desfile del carnaval de barranquilla veremos en vez de comparsas y disfrazes a militares y marchas “por la paz”,

Las marchas son una condición de expresión del pueblo, siempre y cuando sea de carácter u origen popular, es decir, sea el mismo pueblo quien las organice. Pero parece que en Colombia solo están autorizadas y bien publicitadas las marchas que organiza el gobierno y los medios de comunicación. Tanto que las marchas y protestas de estudiantes, profesores, vicitimas del paramilitarismo y terrorismo de estado, indígenas, sindicalistas, obreros y campesinos, etc; Son reprimidas por la fuerza publica y satanizadas de ser orquestadas y tener apoyo del terrorismo. Los medios de comunicación muestran estas marchas de manera tan subjetiva y tímida, que los comentarios mismos dan ganas de vomitar. Un ejemplo claro es que siempre se enfocan en que la marcha obstaculizo el transito, la calle x es un caos, y si ven a algún encapuchado, entonces “ay Dios mio...” ... “ los estudiantes terroristas”.

http://colombia.indymedia.org/news/2008/07/89872.php

http://almanzadiaz.blogspot.com

¡¡¡S.O.S. Me siento solo!!!

No es lo mismo "estar solo" que "sentirse solo". La primera de las expresiones alude al simple hecho de encontrarse en un determinado lugar y momento sin compañía física que no sea la de uno mismo. Sin embargo, esta situación no impedirá por sí misma, que la persona se sienta bien, disfrutando de su soledad.

En cambio, la segunda expresión se refiere a un sentimiento íntimo del individuo, una sensación muy desagradable que lo "acompañará" adonde él vaya y que no tiene mucho que ver con el hecho de que éste se encuentre solo en su habitación o en medio de una fiesta, rodeado de gente.

A continuación, UN GRITO EN EL SILENCIO, de M. Ángeles Vallet Luque de Mora, nos ofrece una explicación detallada del origen y crecimiento de esta sensación de soledad y abandono que ciertos individuos sienten a veces, brindándonos los pormenores detallados de la forma en que éste de pronto se ve envuelto en una telaraña de retroalimentación del fenómeno que le impide terminar con su calvario; antes bien lo acrecienta. Finalmente, pone a disposición del lector las herramientas de comportamiento adecuado para lograr salir de aquella prisión autoimpuesta.

R. S.


UN GRITO EN EL SILENCIO

Por: M. Ángeles Vallet Luque de Mora

El aislamiento, la soledad, el abandono, el rechazo familiar, social y
religioso, el abuso físico, emocional y espiritual, el menosprecio, el
clasicismo, el racismo, etc., han hecho que miles de personas lancen
un grito desde lo profundo de su ser, un grito clamando por ayuda, que
lamentablemente en muchos casos ha quedado sepultado en el silencio
por la indiferencia, la ignorancia, la falta de empatía y amor.


Si alguna vez has gritado en soledad, hoy puedas empezar un camino
hacia la sanidad, haciendo que tu grito se escuche, rompiendo el
círculo de la soledad. Igualmente tú puedes abrir tus ojos y oídos,
extendiendo tus manos, a todos aquellos que gritan en silencio


¿Por qué no escuchamos el grito ajeno? ¡Qué nos impide escucharlo?.


Un psiquiatra clínico, explica lo que le han compartido algunos
pacientes, del porqué les resulta difícil oír el grito ajeno:


- " Si yo encontrara a mi vecino en problemas -matrimoniales, con
los hijos, o cualquier otro- no sabría qué hacer. El miedo al
fracaso a no saber encarar el problema, o dicho de otra manera, el
miedo a que al envolverse en ayudar a alguien, esta persona se de
cuenta que yo también tengo mis debilidades, mis faltas y problemas.
El miedo a estar tan cerca de la persona, que uno pueda sentir el
dolor ajeno, nos asusta, nos paraliza. Necesitamos más humildad para
poder decir: " Tú eres como yo, tú necesitas ayuda en esa área, y yo
en esta otra.


¿Qué te puede impedir a ti que gritas en el silencio, dejar que se
escuche tu voz, y recibir ayuda?


Recientes investigaciones han llegado a la conclusión de que la
soledad es una de las principales causas de infelicidad y aunque no
constituye un trastorno en sí misma, va normalmente asociada a
sentimientos de descontento, frustración y ansiedad que con cierta
frecuencia desembocan en depresión. Es como un muro protector donde
nos refugiamos en algunos casos, para no recibir más dolor,
humillación y rechazo.


Existen algunas condiciones de vida que pueden propiciar el
sentimiento de soledad: los cambios de domicilio que implican el corte
de lazos familiares y de amigos, el tipo de relaciones que se
establecen en la gran ciudad (formales, frías y poco íntimas), las
escasas relaciones con la familia, el incremento de separaciones y
divorcios, el incremento de valores individualistas, la búsqueda del
éxito personal y la competitividad acentuada, el rechazo familiar, la
desintegración familiar, problemas emocionales, y un largo etcétera,
conllevan a un aumento de la soledad en nuestro entorno.


Cuando la soledad arraiga en nuestra personalidad puede convertirse en
una cárcel psicológica que conlleva a un proceso que puede resumirse
en cuatro etapas que forman una cadena cuyo final implica el inicio
del círculo de la soledad.


- Creencias negativas hacia sí mismo:

A causa de sus fracasos pasados las personas solitarias se ven
negativamente a sí mismas y están convencidas de que fracasarán al
tratar con los demás. Tienen poca autoestima, se rebajan a sí mismos,
se sienten incapaces de relacionarse. Creen que su timidez es
invencible y no pueden luchar contra ella. Así el solitario se deja
arrastrar por pensamientos negativos de sí mismo y de los demás. Esto
tiende a funcionar por profecías auto-cumplidoras. Quien cree que va
a fracasar acaba fracasando por su falta de confianza.


- Conducta con poca habilidad social:

El solitario tiene poca habilidad social, le resulta difícil desplegar
actividades sociales, participar en grupos, no sabe ser agradable,
demostrar que disfruta de la compañía de los otros, y tratarlos
cordialmente. Suele comportarse de forma menos agradable cuando está
en público, se siente inseguro de sí mismo, ansioso, generalmente es
poco inclinado a revelar su intimidad y cuando la descubren se
comporta de forma inapropiada, demasiado íntimo con los de su mismo
sexo y superficial con el sexo opuesto tendiendo a refugiarse en la
ironía al tratar con los demás.


- Rechazo de los otros:

La mala imagen del solitario, la forma de tratar a los demás no son
una buena tarjeta de presentación. Con su forma de actuar ahuyenta a
los que podrían haber llegado a ser amigos suyos y contribuye a que
los demás no le miren bien.


- Retirada a la soledad:

Sólo el repliegue en su concha permite un mínimo de seguridad a la
persona que se siente rechazada por los demás. La soledad tiende a
consolidarse con el tiempo. Estas personas están convencidas de que
su situación no va a cambiar. La depresión e infelicidad que
acompañan al aislamiento refuerzan las creencias negativas hacia sí
mismo y reinician el proceso circular en una situación que se
realimenta a sí misma.


Es importante darse cuenta del proceso para poder iniciar el cambio e
iniciar el proceso hacia la aceptación de uno mismo, de los demás y
conseguir la felicidad. El primer paso para salir de este círculo, es
aceptar confiar en alguien. Esto no es fácil. Algunas personas son
deshonestas, pero no todas. Algunas personas mienten, pero no todas.
Otras abandonan, pero no todas. No generalices, no todos somos
iguales. Por regla general las personas que hemos sufrido, percibimos
más fácilmente quien escucha sin prisas y con interés, y quien
extiende una mano amiga de corazón. Date una nueva oportunidad


El segundo paso es recuperar tu autoestima. ¿Qué es autoestima? Es
el valor que me doy a mí mismo, la auto valía que tengo de mi persona
en su totalidad, sea ésta alta, media o baja. La manera en que nos
tratan los demás es un reflejo de cómo nos vemos y nos tratamos a
nosotros mismos. Investigaciones han demostrado que no existe
relación entre la inteligencia o las características físicas y el
éxito en la vida; todo tiene que ver con la actitud.


"Sólo podemos respetar a los demás cuando uno se respeta a sí mismo.
Sólo podemos dar, cuando nos damos a nosotros mismos. Sólo podemos
amar, cuando nos amamos a nosotros mismos".

Fuente:

formarse.com.ar

Rudy Spillman

http://libroabiertorudyspillman.blogspot.com

lunes, 7 de julio de 2008

Un pequeño sueño


Yo también deseo un sueño. También deseo que las flores que llegan a mi jardín se conviertan en una exposición de magia botánica. Quiero pertenecer a los que no mueren. A los que brillan en cualquier mente y en todo lugar. Esos recordados por los olvidados y por los desadaptados. Sueño con ver la punta de la letra en la cresta de una ola hecha de celulosa. Sueño comprarme o ver mis ojos frente a pedazos de mi vida, de mis miedos, de mis otros sueños y de mis caídas.
Ha de ser como cerrar los ojos, orientarse al cielo, abrir los ojos y ver el cielo pintado de tus sueños. Que luego de separar los párpados tu pecho pueda albergar las disputas y las noches de frío. Que sólo un instante de vida sirva para no pensar más y poder morir tranquilo. Tan sólo eso. Una pizca de azarosa deidad que se pose en la espalda como el olfato a la memoria, como la mugre a los pies o como la piel de doncellas a las manos de los rebeldes.
Es un camino de piedras. Un sendero con trampas, acertijos y sorpresas. Cavernas, quebradas y recovecos de cemento y madera, humo, ruidos y satírica emoción. No es como nadar en los brazos de la marea baja, sino como sortear la ola de los temerarios. Aquella de la que no sabes si escaparás. Y creo ser un caminante que pisa esas piedras sin zapatos. Un caminante descalzo de manos en bolsillos y esperanzas en la mochila. Un ignorante construye sueños que piensa ser elegido por su vida para alcanzar felicidad. Uno de esos. De esos que se desnudan en el espacio y luego caen en los asfaltos y las veredas seguidos por la carcajada social.
Pero no ha de importar que ante el sol se pongan las nubes e incluso me pueda empapar. El sigilo de las promesas merece todo golpe de puño cerrado y fuego de las armas sistémicas. Creo que hasta el amor así lo pide. Clama que uno pueda no ser de este lugar. Sino estar de paso en los calabozos de las elites, pero con la mente y el corazón en las costas de los extraterrestres. No pido mucho, sólo busco un sueño. No quiero más que mi derecho a ser anormal. No pido más que pretender salir de compras, pero despertar en un lecho ajeno con los ojos deseando soñar.