De flores y terciopelo riego los días que nunca son ni podrán, ya, serlo; entre vientos encontrados.
Tan lejos de descubrir algo que tienes al lado, tan lejos, y no saber mirarlo. Descuidado. Escucho, miro y ando, suspiro. Un horizonte de perros ladrando sacude el aire provocando llantos. Niños asustados se cubren los ojos. Escondidas las cabezas, las miradas. Busan refugio. Lloran despacio. No tienen nada. Quieren creer. Ahogan sus penas en locos espacios.
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