En relación al mundo virtual del internet ya nada puede sorprendernos. Su evolución y la de su metodología podrían ser cronometradas. Con cierta satisfacción observaríamos que su meteórica carrera ofrece un "non-stop" para todo usuario, antídoto eficaz contra el aburrimiento. Por ejemplo:
¿Qué ocurriría si el Museo del Prado y Google aunaran sus esfuerzos en una tarea conjunta en beneficio de la difusión del arte pictórico?
Aunque genial, la respuesta es muy sencilla:
El internauta podrá disfrutar de un acercamiento a las obras y percepción de detalles tal, que es muy probable que no logren obtener los que allí recorren los propios salones del museo.
>
Libro Abierto
No hay comentarios:
Publicar un comentario