En aquellas épocas las cosas eran muy distintas y ninguno de nosotros, por más premonitor que hubiese intentado ser, hubiese podido imaginar a lo que llegaríamos.
Con una frialdad especulativa por demás eficiente, las empresas deciden invertir miles de millones de dólares en publicidad destinada a enseñar a los niños la forma más eficaz de "dar la lata" a los padres y lograr su propósito a la hora de comprar o consumir un producto. El dinero invertido continúa dándoles suculentos beneficios. Así es como comienza la industria para fabricar lo innecesario creando la necesidad. Una vez aleccionados los niños, les resultará sencillo a tales empresas, continuar creándoles supuestas necesidades a los mismos, durante su adolescencia. Ya de adultos, éstas obtendrán lo que tan bien han programado durante largos años: "zombis" dispuestos a comprar lo que el "mercado" les dictamine, creyendo que todo producto que se les ofrece les es de imperiosa necesidad.
Considero que la palabra "tétrico" para calificar esta situación, resulta benévola e insuficiente en su drasticidad.
Rudy Spillman
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