Escritores Club forma parte del portal de literatura Escritores Libres y pretende convertirse en una propuesta cultural innovadora, capaz de ofrecer al lector la oportunidad única de conocer sus autores favoritos y dialogar con ellos directamente, sin intermediarios. Hemos reunido los mejores escritores independientes del panorama literario actual, dispuestos a ofrecernos su talento y sus valoraciones, no sólo sobre sus obras, sino sobre la literatura en general y el mundo que la rodea.

Esperamos que encontréis aquí respuestas a algunas de vuestras inquietudes y también un momento de esparcimiento, acompañados de la mejor literatura.

sábado, 12 de enero de 2008

Inmortalidad Literaria

goya

Ahora que en EscritoresClub hemos sufrido la pérdida irreemplazable de uno de nuestros escritores más querido, me parece adecuado hacer unas reflexiones sobre la llamada inmortalidad literaria.

Es un tópico muy repetido decir que un escritor alcanza la inmortalidad a través de sus obras. Para algunos tal frase no es más que un deseo expresado en voz alta que poco o nada tiene que ver con la realidad, pero para otros, evocar a los grandes autores del pasado, es como concederles una oportunidad de trascender su propia mortalidad.

Lo cierto es que como Sartre decía, “se muere siempre demasiado pronto o demasiado tarde”, y que todo escritor deja al partir; un libro sin terminar de escribir en su mesa de trabajo, y otro sin terminar de leer junto a la cabecera de su cama.

La labor literaria es un intento de trascender la propia vida, narrando o sumergiéndose en pesadillas o sueños que evocan otras realidades; algunas veces con la intención de mejorar el mundo actual mediante nuestras propias creencias y esperanzas, y otras, con la intención de contribuir a la evasión del lector de su mundana vida habitual.

Sea como fuere, la verdad es que un escritor siempre vuelca en su obra una parte de sus propios anhelos, esperanzas, frustraciones y miedos. Ya sea en poesías, novelas, ensayos o cualquier otra forma de expresión literaria, una chispa vital del propio autor es la que da vida y sentido a la obra, y es ahí, donde radica la auténtica inmortalidad literaria.

El universalmente conocido autor de cuentos danés Hans Christian Andersen, relata en su atobiografía como un día de Navidad, inspirado tras una copiosa nevada, durante un paseo matinal escribió sobre una fina capa de nieve en el jardín de Bregentved State: “La inmortalidad es como la nieve; mañana ya no podremos verla”. Durante los días siguientes la nieve fue derritiéndose hasta casi desaparecer. Tras una fuerte helada Andersen volvió a pasear por el mismo lugar en que escribiera su frase. Para su sorpresa, toda la nieve se había derretido excepto la palabra “inmortalidad”, que aún era perfectamente legible. Andersen, muy impresionado, exclamó para si mismo: “Dios mío, Dios mío, nunca he dudado”.

Igual que él exclamó hace más de un siglo, hoy también me gustaría exclamar “Nunca he dudado”.

Escrito por: Juan Carlos Boíza López
http://www.jcboiza.com/
http://rincondelaimaginacion.blogspot.com/

2 comentarios:

Vaquera del espacio dijo...

Sustentando tu teoría:
Un meme es, según las modernas teorías sobre la transmisión de la cultura a las nuevas generaciones, la unidad teórica de información cultural para la transmisión de la herencia cultural. El neologismo fue acuñado por Richard Dawkins, debido a su semejanza fonética con el término gen (introducido en 1909 por Wilhelm Johannsen para designar las unidades mínimas de transmisión de herencia biológica) y, por otra parte, para señalar la similitud de su raíz con memoria y mímesis.

En resumen, los memes son a la inmortalidad o herencia cultural lo que los genes a la continuidad genética.
Un saludo Juan Carlos
Flor

Eduardo Martos Gómez dijo...

Inconscientemente aproveché este artículo tuyo para el homenaje a Enrique Timón.

Lamentablemente no creo que la inmortalidad sea posible. Sabemos muy poco, casi nada, de Homero. No sabemos nada de los que pudieron escribir antes. Podemos aspirar, sin embargo, a una inmortalidad más anónima; podemos quedar, dispersos en gestos, frases sueltas, referencias cruzadas, en las generaciones venideras. Algo de todos los que han sido perdura todavía entre nosotros; algo de nosotros siempre quedará cuando nos hayamos ido.

Un saludo.