Pena: un nudo, no negro pero sí oscuro

Vacío, un hueco en lo más profundo.
Un nudo, no negro pero sí oscuro.
Tristeza, que siempre llega cuando no esperas.
Ataca, golpea fuerte sin que lo entiendas.

No hay nada, ni herida abierta ni puñalada.
Solo la pena, quita más aire que el agua helada.

Tu corazón, aprieta y ya no lo suelta.
No entiende, de sufrimientos y no da tregua.
No escucha tus lamentos y solo rezas.
No puedes, correr y huir aunque quisieras.

No hay forma de dejar de pensar en ella
No ves nada más allá aunque lo intentas
Ni delante ni detrás y te atormenta.

No hay ni un solo lugar, ni tan siquiera en el hogar,
donde te consigas al fin zafar y la puedas esquivar.
Ni el más calmado o animado, cercano o apartado, estás acorralado.
Ninguno la borra, nadie o nada la enmascara y te sientes ya cansado.

No conoce de palabras amables, de ánimo o de aliento
Nada puede consolarte porque se ha metido muy adentro.
Nada parece afectarle y un día sin más…se la ha llevado el viento.

Víctor G.Pérez

A la memoria de Enrique Timón Arnaiz

Nos dejas, pero tu obra siempre nos acompañará.