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Esperamos que encontréis aquí respuestas a algunas de vuestras inquietudes y también un momento de esparcimiento, acompañados de la mejor literatura.

martes, 22 de enero de 2008

El enigma del gato


Al hilo de obras tan leídas y de tan mala calidad como El código Davinci (esto es una opinión personal, que no se me crucifique si cualquiera la considera una obra maestra), quiero mostrar algo curioso.
Wilde decía que "la belleza está en el Arte", por tanto volvamos a él e iluminemos con el Arte nuestra alma, que tanto lo necesita. Recreémonos en cada línea, en cada color, en cada forma. Llenémonos de armonía. Sintamos, aunque sea por un momento, que la vida tiene mucho más que la sinrazón de pasar por ella como meras almas deambulando sin saber o sin querer ver que hay mucho más, y que merece la pena sentirla con la devoción de un converso, esperando que en el camino todo es posible, y que siempre hay más.Para ello nada mejor que acercarnos a la pintura. Y, como en este caso, a Ghirlandaio. Y, para ser más preciso, a su Cenáculo.En todo Cenáculo hay un misterio. Y éste no iba a ser diferente. El de Leonardo, el más famoso y conocido, guarda un misterio o un acertijo, un enigma o una broma del mismo Leonardo. Ghirlandaio hace otro tanto. La obra se encuentra en el refectorio menor del convento de San Marcos, en Florencia. Es un fresco.La imagen es primaveral. El fondo así lo indica: cipreses, palmeras, frutales… también ayuda a potenciar ese hecho las cerezas esparcidas por el blanco mantel.Todos los apóstoles están alineados con Jesús, salvo Judas, que está enfrente. Pero ahí no radica el misterio. Tampoco radica en la existencia de una mujer en el ágape. La que está con el manto rojo. Ni tan siquiera en el hecho de que la figura de Juan -con sus suaves y delicados tonos azules- pudiese ser una mujer o un hombre, sino en el gato que hay en el suelo, junto a Judas. Y el gato nos mira. Mira a todo el que mira el fresco. Sentado. Tranquilo. Con sus pupilas clavadas en nuestras pupilas, el gato ¿qué espera? ¿Cerezas o pan? Sin duda alguna, cerezas no. Pan, seguro. Pero ¿de quién? ¿Del Maestro o de Judas? ¿El pan después de ser bendecido o antes de serlo? ¿Qué se pretendía en el caso de que fuese tras la bendición? ¿Qué comulgase el gato también?Extraña escena sin duda alguna. ¿Sabemos leer? ¿Sabemos mirar?Tal vez la vida nos depara una sorpresa tras cada recodo. Sólo hay que pararse a observar y disfrutar. Miremos al gato, aprendamos de él, y participemos de todo ágape que la vida nos de, porque ¿sabemos cuándo vamos a no estar? ¿Sabemos cuándo los demás dejarán de estar? Aprovechemos el momento porque no se ha de esperar, hay que vivir ahora, porque el mañana ya llegará, y entonces será, tan sólo eso, mañana nada más. Ahora.

Diego Jurado Lara



22 comentarios:

rudy spillman dijo...

Hola, Diego:
Muy interesante tu perspectiva. De todas maneras, cuando te refieres al "Código da Vinci", el best seller no proviene de su calidad literaria sino de su capacidad de envolver al lector en esa penumbra que no nos permite diferenciar entre la realidad y la ficción, a tal punto que en su época creó malestar en el Vaticano. Por otro lado, el libro está escrito en un estilo novelesco que atrapa, lo que proporciona un entretenimiento al lector.
Al margen de todo ello, tu punto de vista nos ofrece la posibilidad de descubrir material nuevo y continuar pensando.
Un abrazo.
Rudy

Diego Jurado dijo...

Hoa Ryhy.
Es "Código da Vinvi", es verdad (por los errores, faltas ortográficas y eso... Espero que no me maten. ¡Es broma!).
Lo de que el libro envuelve..., no lo comparto. Al menos a mí no me atrapó. Hube de dejarlo, y es algo que no hago casi nunca. eso sí, entretiene, pero como Harry Potter. Y anda que... Pero vaya, para gustos colores, que decimos por aquí.
Por lo demás un placer.
Ah! me gustó mucho lo de la envidia. Muy interesante.
Un fuerte abrazo.

Sí, Federico. estoy de acuerdo contigo. Bienvenido si no te lo había dicho ya.
Un saludo.
Diego
Diego

Anónimo dijo...

He posteado antes de leer esto y me temo no se yo porque que, a tí Diego, lo del Testamento Maya como que no... :)

Muy misteriosos que son los gatos sí, ya los adoraban los Egipcios y si algo nos han demostrado sus obras, es que tontos lo que se dice tontos no eran aquellos antepasados.

Saludos!

Marta Lilián Molano dijo...

Hola Diego:

Mi aporte es referente a éstos simpáticos felinos. A mi, realmente me fascinan. Hasta le dí espacio a uno pequeñito, en mi cuento titulado tres flores blancas en el muladar. Este tierno gatito después de la muerte de su dueña, se convierte en una figura enigmática que cada noche se dirige a la luna, y parece contarle su tristeza. Me agrada mucho ese aire de misterio y vivacidad que hay en ellos.

Saludos
Marta

Diego Jurado dijo...

Hola Víctor.
Pues creo que vas a llevar razón. esos temas como que no. Pero vaya, si la historia está bien escrita se puede leer, lo malo es que suele ser que no. En un libro mío (La travesía del bosque imposible), hago una crítica a ese estilo y esos mundos. También suele ocurrir que visto el éxito de uno, al carro se unen todos. Y deberían mirar más el cuadro de el Bosco, El carro de heno, y aprender.
Pero los gatos son todo un mundo. eso es una verdad incuestionable.
Un saludo.
Diego

Anónimo dijo...

Puestos a debatir podríamos preguntarnos cual es el motivo de que obras de menor calidad se impongan a obras maestras de la literatura.
En primer lugar pienso que puede premiar el ánimo de la gente de saber de historias fantásticas que de un modo u otro le muestren un mundo distinto a aquel en el que viven, y den más importancia a que consiga tal fin y no a que sea de muy buena calidad en sí misma.
Pero sobretodo está el “ de boca en boca". No hay nada más poderoso que ello, y cuando caen las primeras piezas del dominó ya no hay quien lo frene.
Piensa que son estas y no otras las obras que luego más se comentan entre los simples mortales, entre los que me incluyo, queriendo decir con ello, todos los que no somos eruditos de la literatura. Supongo que será cierto lo de que no está hecha la miel para la boca del asno.
Y siendo francos, en estos tiempos la literatura no tiene el poder que en su día tuvo, debido a competidores tan fuertes como por ejemplo el cine. Ello hace que sea todo un logro que aún no siendo tan buenas, halla obras que sean leídas por tan importante número de personas.

Atentamente y de buena fe! :)

Victor.

Diego Jurado dijo...

Debatamos.
¿Quién impone el criterio? ¿Los intereses editoriales? ¿La estupidez y falta de cultura? ¿La falta de criterio y buen gusto? Y no me refiero al mundo fantástico. Tolkien es maravilloso. Tampoco me refiero a las obras maestras de la Literatura, sino simplemente a la buena Literatura. Fíjate en John Kennedy Toole y su "La conjura de los necios". Una obra maestra. Pero murió sin conseguir publicarla. Su madré se corrió (qué mal suena esta frase, pero vaya...) todas las editoriales hasta que lo consiguió, y una menor la publicó. Y sí, el boca a boca hizo todo lo demás, pero el hombre no lo cató.
Y es que el mal gusto reina de una forma que dan ganas de vomitar.
Otro ejemplo, y sé que me tacharán de... "La sombra del viento", de Zafón. errores de construcción, de sintaxis; errores históricos; lenguaje imposible en personajes de determinada extracción social... Una historia de una simpleza que raya en el absurdo. Y ahí está. Un best seller.
No sé.
Diego

Anónimo dijo...

Francamente, siento salirme por la tangente y me de un aire filosófico. Pero supongo que motivos literarios los tienes todos. Aún así, pongámonos en la piel del que lee...¿Qué busca? como siempre la felicidad, como en todo aquello que hacemos. Si una obra es leída por alguien que pueda desconocer esos datos históricos de los que hablas o esa imposibilidad de hablar de una determinada forma en una clase social determinada...(que tampoco creo que tenga porqué ser así.)
Sin duda cualquier libro puede ser bueno. Si además es leído por un gran número de personas puede dar lugar a ciertos coloquios y distinto tipo de interacciones entre personas. Cosa que veo muy positiva, lo consiga el libro que lo consiga.

Está claro que para personas con un nivel cultural superior y mayor conocimiento, este tipo de libro quede muy en entredicho pero, la sociedad la formamos todos y los mediocres predominan.
No solo en literatura, en muchos otros campos, las grandes esferas son las más infelices al sentirse incomprendidos o no entender el porqué de ese conformismo general.

Sois, y te incluyo, los que más sabéis, los que debéis hacer más por fomentar el conocimiento general de un modo u otro. Muchos, como yo, estamos realmente dispuestos a enriquecernos. No podéis centraros en criticar lo que hay porque solo lleva a que os miren como si os las dierais de importantes.
Creo que es una obligación moral, que aquel que sepa enseñe. Y que poco a poco, la sociedad siga evolucionando.

En tu caso, y es un ejemplo muy relativo porque no nos conocemos, dominas la literatura. Pero pongamos que una nave extraterrestre te elige para abducirte y que le muestres todos los avances de tu sociedad. Francamente, ni tu ni nadie podría. Avanzamos todos juntos y lo que tu hoy sabes sobre literatura, quizás el que entiende de energía nuclear, astronomía o cualquier otro campo no lo domine, como tu no dominas los suyos.

Todos utilizamos mil objetos en la vida diaria que nos solucionan la vida y muy pocos son los que se plantean de que modo es que funcionan.

Piensa que desde siempre los más listos han tirado del resto y por ello todos hemos ido avanzando. No creo que un inculto de hoy sepa menos que uno de la edad media. Así que por mucha frustración que cause esa sensación de pasotismo o conformismo general, que tal vez en muchos de los casos no sea sino simple desconocimiento de saber hacia donde hay que mirar, debemos siempre enriquecernos de los de un nivel superior y poner todo de nuestra parte para el que está más abajo aprenda lo que uno ya sabe.

A modo de ejemplo de cómo influimos los unos en los otros, te diré que yo estuve ingresado en una academia donde en mi clase el nivel de estudio era altísimo. Eso nos convirtió en la mejor de 50 clases de 40 alumnos cada una. No éramos todos los más listos eso es lógico entre otras cosas porque estábamos agrupados por apellidos. Pero si uno ve que los de al lado estudian genera en él cierta inquietud que hace que también nos pongamos las pilas. Así, en asignaturas donde la media de suspensos era de más de 10 pos aula. En la nuestra no solo aprobábamos todos sino que eran muchos los que sacaban nueves. Quiero decir con ello que hay que ir influyendo los unos en los otros de una manera más global y no enfadarnos con lo malo que es el mundo en el que nos ha tocado vivir. Piensa que el mundo, no es así porque sí, el mundo es como lo hacemos entre todos.

Anónimo dijo...

Por cierto, estoy de acuerdo en lo de la cultura como vez pero, lo del criterio y el gusto, creeme que es relativo. No piences nunca que lo que a ti te gusta o te han dicho es lo bueno tiene porque serlo para los demás. Leete mi reflexión en esta misma página de "Bello o no bello bello o.." :)

Saludos!

Diego Jurado dijo...

Hola Víctor.
Tal vez me expresé mal. Leí tu "Bello...". Y ¡por Dios!, no me digas eso de que "Sois, y te incluyo, los que más sabéis, los que debéis hacer más por fomentar el conocimiento general de un modo u otro". eso no. Nada más lejos de mí. Huyo de los fastos y los oropeles como del mismo Diablo. Ni soy ni me creo. Soy un mero aprendiz. Me lo bebo todo y aprendo de l oque la vida me da con una placer y una frución como un princiapente, que es lo que soy. No me considero nada porque nada soy.
No quiero imponer criterios, ni modas, ni normas ni pareceres. No tengo ni quiero esa capacidad.
todos buscamos la felicidad, pero, por favor, hay lugares en los que no está. Si te conformas con la medicridad en ella vivirás. Hay que buscar algo más. No dejarte llevar por la moda o las imposiciones del momento. Prefiero un bocadillo de jamón a una hamburguesa. Pero allá cada cual. Y como eso, en todo. Y en Literatura también.
No quiero debatir sobre Harry Potter. Prefiero callar. Y no estoy de acuerdo contigo en que cualquier libro puede ser bueno. eso no. genere todo lo que genere, incluida la inteacción social. Prefiero interactuar con menos, pero de verdad.
Con respecto a lo de la nave espacial, pues no sé. ¿Te gusta la ciencia ficción, ¿eh? Lo sé. A mi me encanta. Pero la buena. La de verdad. ¿Sueñan los androides con ovejas mecánicas?
Y en lo de la enseñanza. Toda la razón. Enseño Arte.
Un saludo.
Diego

Diego Jurado dijo...

Perdón por las faltas y los errores. Escribí rápido por las prisas y ahora al releer he visto tantos que me hace ruborizar. Y eso después de decir lo dicho. Me debería ahorcar. me pasa por no repasar. Y es que yo siempre escribo en papel y luego paso al ordenador. Y así me va cuando hago lo que no debo hacer.
Mil perdones.

Anónimo dijo...

Para ser justos tampoc revisaré este post :)
Haber no digo que seas un erudito ni muchisimo menos que tu te lo consideres.
Pero en temas literarios has de reconocer que estás por encima de la media. Y es que si a tantas personas apasionan libros que tu ves tan faltos de calidad, será por algo.
Creo, es mi opinión, que tecontradices. Para mí son todas las opciones validas e igual de buenas lo siento. Y por ponerte un ejemplo diría que dentro de esa mediocridad de la que hablas se encontraría tu bocadillo de jamón. Pero te ha de importar a tí que un cheff te mire por encima del hombro como diciendo... el poobre?
Y creeme la felicidad puede estar en los lugares más insospechados. No se quién de por aquí dijo hace poco que le sorprendían las rosas que crecian en la basura, algo así te quiero dar a entender. Que tu no la encuentres para nada tiene que ver con que otros si la hallen en la más ramplona y simple mediocridad.

Y todos seremos siempre aprendices mientras nos duren las ganas de aprender pues hay tantas cosas que saber que nos harían falta mil vidas.

Yo, como tú, soy un inconformista y siempre intento saber más. Pero si alguien como dices decide vivir en la mediocridad y es feliz así, hay que respetarlo.

Saludos, como siempre, un placer :)

Diego Jurado dijo...

Sigamos Víctor.
Me gusta este diálogo. La pena es que no estemos sentados en un bar con unas cervezas delante. Pero bueno.
Si crees que estoy por encima de la media, pues te lo agradezco. Nada más en ese aspecto.
No me contradigo, creo. Todas las opciones son buenas si son buenas las opciones. Si no, no. Y con el ejemplo del bocadillo de jamón sólo quería hacer referencia a que la moda es la hamburguesa, impuesta por la moda USA, frente a un placer gastronómico como es nuestro bocadillo de jamón. Igual en Literatura y en el Arte en general. Evidentemente si pasamos a palabras mayores, entre un bocadillo de jamón y un plato de alta de cocina, comprenderás que la opción no tiene dudas. Otro ejemplo, pero en Literatura. Si prefieres Harry Potter (hamburguesa) a un buen libro de ese estilo literario (bocadillo de jamón), es preocupante. Pero si además prefieres un buen libro de ese estilo (bocadillo de jamón) a Tolkien (plato de alta cocina), eso ya es un error imperdonable. Pero no puedo hacer nada más que decir lo que yo creo. Allá cada cual. Si uno se conforma con Harry Potter y no va más allá, y es o cree ser feliz así, pues adelante.
Sobre lo que dices de la rosa. Me gusta. Pero lo que quiere decir, o al menos yo lo veo así, es que la rosa sobresale en la basura. Siempre será bella y resultará más hermosa si está rodeada de porquería. Lo lamentable es que la gente no siempre sabe apreciar la rosa y se decanta por la basura que la rodea.
Por último. Si la gente se conforma con sobrevivir y no vivir, de acuerdo. Es su opción. Yo no se lo voy a impedir. La libertad está por encima de cualquier otro argumento. Yo prefiero vivir,y, como decía Wilde, la belleza está en el Arte, con mayúsculas. Y eso es lo que hay que hacer, creo, buscarla y no conformarse con la mediocridad.
Un placer Víctor.
Diego

rudy spillman dijo...

Diego y Víctor:
No hubiese podido pasar por alto el colgar un post aquí y ahora, sin sentirme un espía husmeando y escuchando tras la puerta. Debo confesarles que he disfrutado de vuestra charla y sin la necesidad de intervenir. Esta vez he decidido escuchar (porque me he compenetrado hasta escucharlos) y aprender. Y les aseguro que he logrado ambas cosas. La verdad, no creo que estén tan distantes vuestras posiciones, como parecen.
Un abrazo a ambos y gracias.
Rudy

Anónimo dijo...

Pues nada Diego el placer ha sido mio. Pero aún a riesgo de que pienses que quiero tener la última palabra, solo diré, que por mucho que diga el cheff sobre su plato bien adornado pero francamente escaso en sustancia, yo me quedaré cien veces de cien, con el bocadillo de jamón.

Saludos para tí y como no para Rudy! :)

Flor Moragas dijo...

Vivir ahora!.
Esa filosofía intento aplicarla día a día, estoy convencida que cuando la hacemos carne, nos encontraremos mucho más cerca de la felicidad. En cuanto a tu óptica y descripción...debo decirte que ilumina la mente de quien te lee..lo del gato acuerdo con lo místico de este extraño felino...tan humano que se solo se acerca cuando quiere algo ;)
Código Da Vinci, me ha gustado mucho. Motivo: los templarios y una forma atrapante de llevar una investigación muy seria a todo público a través del enigma y la novela. Hay que tener en cuenta que no todo el mundo lee, que cada día se lee menos y el común de los lectores (que son muchos) consumen literatura pasatista.
Un saludo a todos
flor

Diego Jurado dijo...

Hola Víctor, Rudy y Flor.
Víctor, no importa que sea la última. Lo del bocadillo. Yo si es de jabugo, recebo, pata negra y buen pan, me apunto. Pero no me dirás que un buen plato de cocido madrleño, o unos pescaitos con papas arrugás... Pero vaya.
Gracias Rudy por tu comentario, por estar y saber escuchar. Buena lección la tuya. Un placer saber que estás.Las gracias, no hay por qué.
Flor, me alegra tu intervención. Estoy contigo en lo de la filosofía de vida. Y nuchas gracias por lo que dices de lo que escribo. Un placer, de verdad. Pero en lo del Código... ¿Buena investigación? Creo que no. Me alegro que te gustase y lo disfrutases. Yo no. Pero tampoco pasa nada.
Un saludo a todos.
Diego

Anónimo dijo...

no, no, no....que va!!!!! Me has mal interpretado. El código Da Vinci se sirve de investigaciones sobre los templarios....osea recopila, intercambia con imaginación y crea una historia novelesca. A lo emjor me matan, pero me recuerda a caballo de troya....un varieté de conceptos que crean taquilla y best sellers en ventas. Y dejen de hablar de comida que estoy a régimen, je, je
flor

Anónimo dijo...

De antemano te pido disculpas Flor por mencionar la comida pero, ha empezado él :)

Solo decir que touché, ante el pescadito frito con papas arrugadas que más puedo decir :p

Juan Carlos dijo...

Me despisto un par de días y me pierdo una tertulia la mar de interesante, en la que además estoy indirectamente implicado. El motivo para que diga esto, es que mi novela “Síndone”, es precisamente de una temática similar al “Código Da Vinci” (de hecho la crítica más habitual recibida es un excesivo parecido al principio de la historia). Por eso, he de decir que a mí si que me gustan las novelas que mezclan investigación histórica y tramas de ficción para envolver al lector. Aunque no por eso dejo de reconocer que la investigación de Dan Brown brilla por su ausencia, comete graves errores en sus alusiones históricas y vende como realidades lo que no es más que pura especulación sin base. Tampoco su estilo escribiendo es especialmente atractivo.

Entonces cabe preguntarse; ¿dónde radica su éxito impresionante?

Desde mi punto de vista, en una increíble máquina propagandista y de promoción y en una acertada elección de la trama de su novela. Simplemente el hecho de que la Iglesia se dedicase a crucificar su obra, le ha rendido ventas impresionantes (en Italia llegaron a quemarse ejemplares en plazas públicas a imagen y semejanza de la antigua Inquisición). Esto mismo cabe aplicarse al fenómeno Potter. Vivimos en un mundo rendido a la imagen y la publicidad lo es todo a la hora de vender y, no nos olvidemos, esa es la única vara de medir para el éxito de nuestra sociedad actual (aunque sea lamentable).

Personalmente tampoco creo que nadie tenga la vara de medir de qué es la buena literatura y qué es la mala literatura. A lo máximo que podemos llegar es a juzgar los errores ortográficos o gramaticales o la belleza del estilo. Pero, ¿cómo enjuiciar la capacidad de emocionarse o de disfrutar de cada cual con las palabras de otro? Yo no me creo capaz de tal juicio y por eso sólo puedo decir qué me gusta a mí y que no me gusta, con la esperanza de que los demás puedan coincidir conmigo. Hace poco leí un artículo (no me preguntéis exactamente dónde) en el que un escritor destrozaba literalmente “Los pilares de la Tierra” de Ken Follet, señalando grandes errores de estilo e incluso gramaticales, por no hablar de lo que le parecían errores en la secuenciación de la trama. Por el contrario, elogiaba enormemente “El Péndulo de Foucault” de Umberto Eco. Su análisis me merece todo el respeto del mundo y, de hecho, era desde un punto de vista literario estrictamente cierto. Sin embargo, a mí “Los pilares de la Tierra” consiguió hacerme comprender la Edad Media con sus miserias y grandezas, mejor de lo que ningún libro de historia había logrado y me hizo disfrutar enormemente con su lectura, mientras “El Péndulo de Foucault” me aburrió soberanamente, convirtiéndose en un auténtico suplicio terminar su lectura.

Para gustos hay colores y para libros lectores.

Anónimo dijo...

Estoy contigo Juan Carlos. Esa misma idea es la que quería dar a entender que cada cual se emociona y disfruta con cosas que pueden llegar a ser incomprensibles para otros debido a sus propias vivencias e impreciones.

Diego Jurado dijo...

Buenos días a todos.
Juan Cárlos estoy contigo en lo de la escasa investigación en le Código... y todo lo demás. Pero si hay una vara para medir la mala y la buena Literatura.
En cuanto a lo de la emoción, también de acuerdo. Ahí sí. Cada uno se puede emocionar con lo que se la produzca, pero la calidad es ya otra cosa. Me puede emocionar Dalí y considerar que no es bueno; me puede emocionar una poesía y no es buena. No me puede emocionar Velázquez y es el genio por antonomasia; no me puede emocionar un libro y ser una genialidad. Pero eso es otra cuestión. La calidad es la que es. Saranago decía que hay que saber nirar, y para ello hay que aprender a mirar.
Sobre la novela histórica yo te podría aconsejar obras increibles, mejores que la mencionada por ti. Un ejemplo, El nombre de la Rosa, de Eco, por no mencionar más. Y la de Follet... pues eso. Pero si te emociona, pues ya. La emoción es importante, pero hay que saber mirar y para ello, aprender a mirar, como dice Saramago.
Mil perdones Flor, por malinterpretar y por la comida. Pero la culpa es tuya por mirar (leer en este caso), y por ponerte a régimen. Unas papas con mojo no te irían mal. Y que Víctor no se saque el muerto de encima y me lo eche a mí.