Como cuando todo se eleva.
Como la lluvia que cae sobre hojas no escritas.
Entre nanas que no se cantaron viven los niños que nunca fueron, que no son nada. Entre aires de dentro respiran las hojas caídas, al calor de una vela apagada.
Y miran y vagan, con ellas, figuras que apenas ya andan entre las nadas; apenas presencias, apenas...
Como cuando todo se acaba.
En colores de noches cerradas, en desteñidas jornadas de ríos que no llevan agua, en noches sin luna.
Tránsitos lentos por rotos espacios, en leves murmullos de preces a nadie, más allá de la nada, al vacío, a la muerte, a Dios.
Como cuando todo se eleva.
Como cuando todo se acaba.
Como la lluvia que cae sobre hojas no escritas.
Entre nanas que no se cantaron viven los niños que nunca fueron, que no son nada. Entre aires de dentro respiran las hojas caídas, al calor de una vela apagada.
Y miran y vagan, con ellas, figuras que apenas ya andan entre las nadas; apenas presencias, apenas...
Como cuando todo se acaba.
En colores de noches cerradas, en desteñidas jornadas de ríos que no llevan agua, en noches sin luna.
Tránsitos lentos por rotos espacios, en leves murmullos de preces a nadie, más allá de la nada, al vacío, a la muerte, a Dios.
Como cuando todo se eleva.
Como cuando todo se acaba.
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