Te muestras en tu ausencia repitiendo las palabras bellas que dijiste un día a un alma deshecha, rota en mil jirones, en pétalos de ausencias, buceando entre las cenizas desligadas de cigarrillos fumados a impaciencias, inhalados en pensamientos huidos, sin retoques.
Tengo la mirada del gélido invierno anclada en el alma. Ni un rescoldo inmaculado queda de la llama iniciática que alumbró el camino, que alimento el sueño. El viento ya no araña, arrasa. El viento arrastra y pudre agrandando lo deshecho, convirtiendo el azul de aquella en denso fuego, en tenebroso infierno.
Garantízame la paz y te daré lo que me pidas. Te traeré el ámbar de los mares de coral y la lluvia del país donde no hay vida. Garantízame el amor y la eternidad te daré en poesía. Te regalaré mi alma en un cofre decorado de sueños inventados para ti. Garantízame tu ser y te daré por siempre mi vida. Aleja de mí tu ausencia y te daré el universo.
Tengo la mirada del gélido invierno anclada en el alma. Ni un rescoldo inmaculado queda de la llama iniciática que alumbró el camino, que alimento el sueño. El viento ya no araña, arrasa. El viento arrastra y pudre agrandando lo deshecho, convirtiendo el azul de aquella en denso fuego, en tenebroso infierno.
Garantízame la paz y te daré lo que me pidas. Te traeré el ámbar de los mares de coral y la lluvia del país donde no hay vida. Garantízame el amor y la eternidad te daré en poesía. Te regalaré mi alma en un cofre decorado de sueños inventados para ti. Garantízame tu ser y te daré por siempre mi vida. Aleja de mí tu ausencia y te daré el universo.
2 comentarios:
Que manera tan maravillosa de despertarse de madrugada para leer esta preciosidad :)
Un placer que lo consideres así y que te produzca eso al despertar.
Diego Jurado
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