Escritores Club: ¡Terror! ... ismo versus silencio

¿Existe mayor flagelo en la Humanidad que el del terrorismo? Actividad, ideología, sectarismo, incomprensión, intolerancia, despotismo... desprecio por la vida humana... inhumanidad. Y lo hemos visto crecer en las últimas dos décadas hasta llegar a niveles que nadie hubiese podido imaginar y por supuesto, tampoco entiende. A tal punto ha crecido en intensidad, frecuencia y falta de escrúpulos que hemos debido presenciar el propio abandono de las filas de tan cruenta actividad, a terroristas de los más diversos niveles, desde militantes rasos hasta grandes líderes, quizás asqueados o repugnados por la ininterrumpida y exagerada, si cabe utilizar dichos términos, escalada del terrorismo internacional alojado ya en cualquier rincón de la Tierra y llevando metódicamente a cabo una actividad que no ha logrado ni logrará su objetivo pero que sin embargo crece desparramando sobre la superficie de todo el Planeta no sólo muerte sino desolación, temor e incertidumbre como la manera permanente de vivir nuestra nueva calidad de vida.

Se ha llegado a especular con que las injusticias sociales, la cada vez más creciente disparidad económica entre los diferentes sectores sociales, la apatía e indiferencia de los más "fuertes" frente a la debilidad e impotencia de los más "débiles" ha permitido que germinara esta irracional actividad como supuesto salvoconducto que nos proporcionará a todos la solución anhelada. Pero a las pruebas me remito. Creo que ya ha quedado ampliamente demostrado que semejante actividad que no es otra cosa que "barbarie", no nos ha ofrecido nunca, no nos ofrece, ni nos ofrecerá solución alguna que no sea la muerte de los propios terroristas y lo que es peor, de víctimas inocentes, terminando la cuestión en alguna otra dimensión donde ya ni siquiera habrá posibilidad de discutir ni obtener nada. El absurdo y la ridiculez se ha apoderado de todos nosotros.

Entendamos que no se trata aquí de analizar las reivindicaciones de los grupos terroristas entre las que pueda haber razonables y justificadas peticiones. El principal tema que nos divide creando una pronunciada grieta imposible de cerrar son los "métodos" a utilizar para gestionar dichos reclamos.

El terrorismo intenta imponerse por la fuerza de la violencia. Esto lo realiza de dos maneras diferentes tendientes a dividir, desestabilizar y crear el caos, a saber:

- la aplicación de la violencia propiamente dicha a través de muerte, secuestros, atentados, amenazas, etc.

- el proselitismo a través de la propaganda, puesta en conocimiento y difusión de sus actividades.

Esta irracional actividad que nos mantiene siempre en "jaque" sin darnos todavía "mate" pero con la amenaza constante que nos sume en la ininterrumpida pérdida de "inocentes peones" y nos procura una vida de incertidumbres a lo largo y ancho del "tablero mundial", nos tiene a nosotros mismos y a la comunidad internacional como los principales cómplices y colaboradores.

Sí, porque si no diéramos a conocer cada uno de sus actos de violencia con amplia cobertura en todos los medios periodísticos (internet, T.V., radio, periódicos), si los representantes gubernamentales de los diferentes países dejaran de repetirse constantemente, en el sentido de asegurar que "no se saldrán con la suya", y expresiones similares, les estaríamos quitando gran parte de la fuerza al motor que los pone en funcionamiento. Imaginemos por un momento que el mundo entero se pusiera de acuerdo en no mostrar más imágenes, no expresar más palabras de condena (las que por obvias ya no resultan necesarias), no continuar amenazándolos con terminar con todos; mostrar una total indiferencia frente a sus actividades pero de manera paralela se los continuara combatiendo de igual forma y creando estrategias de acción no ya en parte develadas "con anterioridad" por los medios. ¿Podremos imaginarnos cuáles serían los resultados? ¿No valdría la pena intentarlo y así poder descubrir sus efectos sin necesidad de especulaciones inciertas? Son tantos los años en que las llamadas "instituciones democráticas" nos vienen asegurando que terminarán con este flagelo... Hasta quizás suceda que así les damos a los violentos la posibilidad de reflexionar.

A veces el silencio hace milagros y brinda la posibilidad de advertir que todavía podemos volver a sentarnos y reanudar nuestra conversación.

Creo que vale la pena cualquier intento pacífico, por más estéril que nos pueda parecer, sólo en aras de lograr finalmente la paz en el Mundo.