El agua que se calienta, produciendo ese silbar de cada día en la cafetera
La misma cara de siempre, se refleja hoy en el espejo mientras te afeitas
El coche que sigue quieto en el garaje hasta que tú llegas
Las prisas y los atascos, tan propios ya de las carreteras
Hoy has tenido suerte y aparcas triunfante a la primera
El jefe, los compañeros, y un buen montón de papeles que sobre la mesa esperan
Las once, ya es la hora, de tomar un respiro con sabor a zumo y magdalena
Las horas siguen pasando y parece que las tres no llegan
Al fin hoy has acabado, y te encaminas a la calle por las escaleras
En ella ves mucha gente, y ya no sabes si finalmente, irte más tarde por ahí de tiendas
Te decides a no hacer nada y con un libro en el salón te quedas
Recuerdas que hoy no le has dado, de comer a los peces de tu pecera
El sol decepcionado, decide que por ti hoy ya más no espera
Se oculta tras las montañas, y la oscuridad de todo nuevamente se apodera
La ciudad entra en quietud y calma, y es ahora cuando un nuevo murmullo llega
Los grillos, algún grito, y de repente una lejana sirena
Los ojos ya vas cerrando, recoges todo y al fin te acuestas.
El día más repetido, de entre todos aquellos que ahora recuerdas
¿No será mejor mañana, levantarte y cambiar el poema?
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