En estas fechas, en que todos nos sentimos un poco niños, he querido hacer mi particular homenaje a ese personaje que formó una vez parte de nuestras vidas y del que ya apenas nos acordamos, por no decir nunca, con este humilde post.
Es raro el que no tuvo uno cuando era un renacuajo. Cuantas veces yo lo tuve agarrado entre mis brazos.
Con él sentía uno que nunca se estaba solo. Él siempre me defendía de fantasmas, monstruos u ogros.
Es curioso como todos le cogimos tanto afecto, y cuando fue pasando el tiempo le perdimos el respeto.
El siempre me escuchaba, me abrazaba si lloraba.
Si a caso no le hablaba en una o dos semanas, no creáis que se enojaba, sentadito en la cama, paciente me esperaba con una mueca en la cara.
Se que es tarde para hablarte de lo mucho que te quise, no se donde encontrarte, no se donde te metiste.
De todos los personajes que han pasado por mi vida, por ti siempre guardaré bellos recuerdos de aquellos días.
Gracias oso, gracias muñeca de trapo, gracias perro, gracias por ser tan buen pato.
2 comentarios:
Cuantos momentos nos habran aguantado esas personitas... porque para muchos de nosotros fueron como personas.. o por lo menos para mi. El mio se llama Kita, y aún hoy sigue conmigo. En lo alto del armario pero bien guardado para que nunca le pase nada... Bellos recuerdos han pasado por mi cabeza al leer esto.
Me alegro que te haya gustado :)
Saludos !
Publicar un comentario