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lunes, 26 de noviembre de 2007

¿SOBRE EL HUMOR?

En respuesta a los requerimientos de Rudy Spillman, a lo que me uno, quisiera aportar esto:

¿Alguien debería leer un poco más a Emil Cioran?
El más importante filósofo nihilista de nuestra época. Maestro del escepticismo.
“Jamás he trabajado, he preferido ser un parásito a ejercer un oficio. He accedido a sufrir una relativa miseria con tal de preservar mi libertad”, decía.
Encadenó becas en la Sorbona hasta los 40 años, para que le permitieran comer gratis en el comedor universitario; leyó, escribió y malvivió en hostels juveniles hasta conseguir una buhardilla junto al Odeón, con un alquiler irrisorio; se mantuvo pobre y solitario, rechazó todos los honores que le fueron concedidos, y desdeñó su propia gloria.
“Hemos perdido naciendo tanto como perdemos muriendo. Todo”, decía, y decía también: “Somos y seremos esclavos mientras no estemos curados de la manía de esperar”. Y cosas como: “Quien no ha muerto joven merece morir”; o: “Concebir un pensamiento, un solo y único pensamiento, pero que hiciese pedazos el universo”. Pero también: “Solo es subversivo el espíritu que pone en tela de juicio la obligación de existir; todos los otros, empezando por el anarquista, pactan con el orden establecido”. Y: “La muerte es lo sublime al alcance de cualquiera”.

Algunas obras:
“En las cimas de la desesperación”
“Breviario de podredumbre”
“El aciago demiurgo”
“La tentación de existir”
“El ocaso del pensamiento”

Diego Jurado Lara

12 comentarios:

Eduardo Martos Gómez dijo...

Curiosos pensamientos, sin duda. Pero en suma, un hombre muy poco consecuente. De manera que presumía de ser libre, desdeñaba a todo el que no abrazara a la muerte, etc., pero vivió a costa de los demás todo el tiempo que pudo, en lugar de optar por el suicidio.

Lo siento, hoy no me sale la vena humorística :).

Un saludo.

rudy spillman dijo...

Grande. No tanto por su forma de pensar, pero sí por esa libertad que vive a calzón quitado y que te penetra hasta las entrañas.
"Existen pocas cosas más sanas que ser uno mismo y no tener que explicarse. Por supuesto... después de haberse encontrado."
Son temas que me apasionan. Los trato en mi último libro publicado y con una mayor profundidad y sacudimiento para el alma, en el que publicaré en unos días más. Pero con una óptica distinta de la del autor que mencionas, al que no conocía. Me gusta mucho su autenticidad y atrevimiento. No es necesario estar de acuerdo, gusta igualmente.
Herman Hesse plantea el tema de la propia muerte en "El Lobo Solitario", un libro que conmueve, pero de un autor que tiene la capacidad de entregarte un "Siddharta", pequeño gran libro que ocupa un lugar privilegiado en mi mesita de luz y el cual releo cada vez que se me hace necesario.
Gracias por tu aporte, Diego.
Un saludo para todos.

Diego Jurado dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Diego Jurado dijo...

Hola Rudy. No hay de qué. Estamos para eso.
Yo también leí a Hesse, ¡pero hace tanto tiempo! Quizás sea el momento de releerlo, con el poso que los añas dan. A los dieciseis se tiene una visión tan distinta de lo que se encuentra que quizás lo vea totalmente distinto. Sin embargo, y tratando de hurgar en los recuerdos, no veo una relación directa entre Hesse y Ciorán; tal vez en determinados aspectos, pero sólo formales, aunque... Si se ahonda en ellos, creo, Hesse buscaba el camino o trataba de entenderlo, sabía dónde y cómo buscar; Ciorán desprecia el camino, por impío, y sabe o cree saber, que después de la vida, como en ella, no hay vida, de ahí frases como: "Hemos perdido naciendo tanto como perdemos muriendo. Todo." Todo es un absurdo. El nihilisno tiene esas cosas.
De cualquier forma es tan ácido, irónico y destructor, que aun quedándonos en la superficie, pueden mover, sus frases, a la sonrisa (sardónica si se quiere, pero sonrisa al fin y al cabo), y eso ya es.
Un saludo
Diego Jurado Lara

Anónimo dijo...

Rudy: ¿no era "El lobo estepario"?

rudy spillman dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
rudy spillman dijo...

Corrijo: "El Lobo Estepario" (y que me perdone Hesse desde su tumba).
Gracias, anónimo.

Diego Jurado dijo...

No eduardo, no vivió de los demás. Pudiendo hacerlo y vivir bien, pues era reconocido, prefirió la miseria de la beca y estar en el lumpen para no vivir de la fama que creía absurda, por venía de quien y como venía.
Y sobre la vena humorística, nos pasa a todos y a veces.
De cualquier forma Ciorán no tiene humor. Quizás sarcasmo, quizás humor negro, decepción en suma. Pero dice verdades como puños que habría que pensar. No todo claro.
Un saludo
Diego

Eduardo Martos Gómez dijo...

Hombre, Diego, vivir de una beca es vivir del cuento. Las becas salen del Estado, que se nutre de los impuestos de quienes generan riqueza. Este señor no generaba riqueza, sino que vivía de la sopa boba. Puede que, a modo de juego, sus reflexiones puedan resultar curiosas. Pero para mí, su testimonio vital no vale gran cosa.

Un saludo ;).

Diego Jurado dijo...

Hola Eduardo.
Si ser profesor en la Sorbona es no generar riqueza, yo tampoco lo hago, pues también enseño, y Dios me libre de estar a la altura de su pensamiento, no en lo que dice pero si en su capacidad. El nihilismo es Ciorán. Y eso ya es. Genera riqueza quien genera pensamiento y hace dudar, pues dudar es empezar a conocerse y permite avanzar en el conocimiento general.
Su testimonio vital es su pensamiento llevado a la praxis. Pessoa es otro igual. Hay que encuadrar a cada cual en su momento y no sacarlo de ahí. No se debe juzgar nada ni nadie del pasado con las premisas del presente. No es justo ni históricamente aceptable, y te lo dice un historiador.
está claro que no eres un nihilista. ¿Un positivista tal vez? Aunquepor lo poco que te conozco me inclino más a pensar que estás entre un neoplatonismo un tanto escéptico y un racionalismo exacerbado.
Tómatelo a bien, no me malinterpretes.
Un saludo
Diego Jurado

Eduardo Martos Gómez dijo...

Dios me libre, Diego, de insinuar siquiera que un profesor no genera riqueza. Incalculable, inconmensurable, diría yo.

Pero entonces admitamos ambos un par de cosas. Yo admitiré que soy un ignorante y un vago por no haberme informado realmente de la vida del señor Emil Ciorán, si a cambio vosotros admitís que no vivía de una beca, sino de un sueldo.

Te doy la razón en que no podemos juzgar a personas del pasado con parámetros actuales, aunque tampoco nos separa tanto tiempo como para ser incapaces de entender sus postulados con precisión. Cosa distinta es que no los comparta.

En efecto no soy nihilista. Ya no. Sé lo que no soy, pero me cuesta definir lo que soy. A ratos tiendo a una postura, y cuando me canso, o me demuestro a mí mismo su falsedad (su parcialidad, como todas), me inclino hacia otra idea. Podríamos decir que me definen parcial pero muy adecuadamente el empirismo, el racionalismo y el liberalismo. Mañana, ya veremos.

Lo que no entiendo, sinceramente, es cómo podría tomarme a mal tus comentarios, cuando no podrían estar formulados con mayor respeto :).

Un saludo ;).

Diego Jurado dijo...

Hola Eduardo.
Te reconozco lo que quieras. Pero no que vivía de una beca, sino que consideraba que el vivir de ella para poder estar en el sitio más innoble le llevaba a expresar su vida tal y como la sentía, como nada. Vivía de un sueldo, pero qué sueldo! Y como no quería ir más allá, aspiró sólo a la beca. Eso es ser consecuente. Creo.
No es que nos separe tanto tiempo, pero sí en la intensidad del momento. Y por ello no debemos juzgar. Claro que se pueden comprender sus postulados, otra cosa es juzgar. Comprnder, aceptar o no aceptar sí, pero no juzgar, ni tan siquiera, creo, criticar. A eso me refería.
Me alegro en cuanto a lo que dices sobre el que enseña, no es muy común hoy día, y no es que me importe mucho, pues no soy vocacional, sino coyuntural, pero sé que es de vital importancia, y más hoy día.
Y en cuanto a lo de que no te lo tomes a mal, era una frase hecha, sin más. Sé que no lo harías, por ser como eres y ello a pesar de lo poco que sé de ti.
Nos está dando de sí Ciorán.
Un saludo
Diego Jurado Lara